4.3.- El documental. Tipos de documentales. El documental como documento cultural.

Un documental es un producto audiovisual cinematográfico que aborda un tema real desde un método de investigación periodístico. Este producto se realiza con el fin de mostrar una parte de la realidad a la audiencia. Así, hay muchos tipos de documentales basándonos en su contenido: documentales que se centran en un suceso o acontecimiento, documentales que muestran un proceso, documentales sobre naturaleza, documentales de viaje, documentales sobre problemas sociales, documentales históricos, etc.

Dentro de los documentales que tratan problemas sociales, también hay muchos subgéneros: documentales sobre el cambio climático y la contaminación, documentales sobre discriminación étnica, documentales sobre  la desigualdad de recursos, etc. En esta ocasión me voy a centrar en los documentales feministas. 

Los documentales feministas abordan diferentes temas centrados en la desigualdad de género. 

El primer documental feminista (encuadrado en el feminismo moderno) data de junio de 1971, cuando se estrenó “Growing up female” dirigido por Julia Reichert y Jim Klein. Este documental analiza el papel de la mujer en la sociedad y la socialización de la mujer en los años 70 en Estados Unidos, a través de las historias de varias mujeres desde su infancia hasta su edad adulta. Pretendía explicar el feminismo a la sociedad estadounidense, nada implicada con el movimiento feminista y así despertar su interés. Esto se hacía mostrando cómo los medios de comunicación y la sociedad implantaban y designaban roles concretos a las mujeres, que desde niñas jugaban a las cocinitas y desde adolescentes cantaban canciones de amor tóxico, deseando conocer al hombre para el que estaban predestinadas, casarse, etc., abandonando así sus sueños profesionales. 

En este primer contacto del feminismo y el cine (documental), el fin principal era demostrar que la desigualdad existía, y mostrar cómo esta afecta a las vidas de las mujeres (en este caso, estadounidenses, ya que este primer documental solo muestra la realidad de este país). Es decir, se centraba en denunciar el patriarcado para llegar así a su abolición, en concordancia con la tendencia feminista existente patra el momento: la tercera ola (1950-1980). 

En noviembre del mismo año, se estrenó el documental “Three lives”, de Susan Kleckner y Kate Millett, en el que se cuenta la historia de tres mujeres de distintas procedencias a través de entrevistas. Ellas cuentan sus experiencias y vivencias cuando el movimiento liberador de la mujer no estaba avanzado.

En 1972 destaca el documental “It happens to us” de Amalie R. Rothschild en el que un grupo diverso de mujeres habla sobre el aborto, defendiendo que debería ser una decisión de las mujeres. 

Cabe destacar el documental español “De toda la vida” (1984) de Lisa Berger y Carol Mazer, que cuenta a través de entrevistas la labor de la Organización de Mujeres Libres durante la guerra civil española (este documental se encuadra en la corriente del feminismo revolucionario).

A lo largo de esta década y la siguiente, se suceden contados documentales en la misma línea de la tercera ola del feminismo, pero es en el siglo XXI cuando prolifera la producción de documentales feministas abordados desde diferentes perspectivas.

Por tanto, los documentales de este siglo destacan por su diversidad en cuánto a enfoques y problemáticas narradas. Así como los primeros documentales feministas se encuadraban en la ola feminista del momento en que se realizaban, los documentales feministas de este siglo también denotan una clara pertenencia a la cuarta ola feminista por diversos factores: abordan realidades diversas como la desigualdad de género, el machismo y la misoginia en países en vías de desarrollo, denuncian los abusos sexuales y la explotación sexual en la industria pornográfica, explican por qué el machismo también afecta a hombres y hablan de masculinidades, exponen la dificultad de las mujeres para llegar a altos cargos y denuncian la desigualdad cuantitativa de mujeres que ostentan fuguras de poder frente a hombres en estas posiciones, y un largo etcétera. 

Por tanto, observamos que el documental feminista, al igual que el movimiento feminista, empieza denunciando los aspectos más evidentes e imposibilitantes del patriarcado. Conforme la lucha feminista y sus logros han avanzado, las denuncias también se han ido concretando en aspectos no tan evidentes para las personas que no los sufren, como por ejemplo, la mutilación genital femenina o el matrimonio forzoso de niñas en países en desarrollo o no desrrollados, la violencia obstétrica, la prostitución, la pornografía, el acoso sexual cibernético, etc.

Así, mencionaré algunos documentales destacados que tratan distintas problemáticas y que pertenecen a distintas ramas del movimiento feminista.

En cuánto a documentales pertenecientes al feminismo interseccional, que defiende que no hay una sola manera de opresión si no que hay múltiples (y estas dependen de factores como la etnia, la posición económica, la orientación sexual, y otros que hacen que sus necesidades y demandas sean distintas a las de otras mujeres en otros contextos sociales y culturales), destacan: 

It’s a girl: the three deadliest words in the world…” (“Es una chica: las tres palabras más mortales del mundo…”, Evan Grae Davis, 2012). En este documental se cuenta la realidad de países como India y China, donde, aún a día de hoy, muchas niñas son abandonadas, abortadas o asesinadas porque su sexo biológico sea femenino. Este fenómeno se ha denominado “generocidio”. También cuenta que las mujeres que sobreviven a su infancia son víctimas de una extrema violencia tanto por parte de sus familiares como de sus maridos.

La manzana de Eva” (Jose Manuel Cólon Armario, 2017) es una denuncia a la mutilación genital, práctica que ha afectado a “más de 200 millones de mujeres y niñas vivas actualmente” en “30 países de África, Oriente Medio y Asia donde se concentra esta práctica”, según la Organización Mundial de la Salud.

Girl rising” (Richard Robbins, 2013) cuenta la historia de nueve niñas de diferentes países (Camboya, Haití, Nepal, Egipto, Etiopía, India, Perú, Sierra Leona y Afganistán) que se han tenido que enfrentar a diferentes situaciones como el matrimonio en contra de su voluntad, la imposibilidad de acceder a la educación, esclavitud infantil, etc.

En el ámbito de la denuncia de la pornografía, tenemos documentales como “Hot Girls Wanted” (Jill Bauer y Ronna Gradus, 2015), que cuenta la historia de las mujeres detrás esta industria y la expotación a la que son sometidas. Esto es contado desde la experiencia de unas jóvenes que buscan entrar en la industria del porno amateur (que se ha visto muy incrementado con las nuevas tecnologías e Internet) buscando fama y dinero.

Siguiendo esta línea, también hay documentales que denuncian los abusos sexuales y de poder en la industria cinematográfica, concretamente en Hollywood. Por una parte, “Harvey Weinstein, el intocable” (Ursula Macfarlane, 2019), que expone los abusos sexuales del ex-productor de cine Harvey Weinstein relatados por sus víctimas, que fueron destapando sus delitos bajo el movimiento #MeToo. Por otra parte, “An open secret” (Amy J. Berg, 2015) también destapa abusos cometidos por altos cargos de Hollywood hacia menores.

También hay documentales que cuestionan la poca representación de mujeres poderosas en los medios de comunicación como “Miss Representation” (Jennifer Siebel, 2011) y la influencia que puede tener esto en la sociedad, ya que proporcionan una visión parcial y sesgada a niñas y niños sobre el papel de la mujer en la sociedad. Documentales que exploran en las masculinidades y en cómo estas afectan a los niños y los hombres (en un contexto estadounidense en este caso) que viven confinados en la definición estadounidense de masculinidad, como “The mask you live in” (Jennifer Siebel, 2015). Documentales que profundizan en el acoso virtual a víctimas de abusos o agresiones sexuales grabadas y difundidas, como “Audrey and Daisy” (Bonni Cohen y Jon Shenk, 2016). Documentales sobre el aborto en países en los que era ilegal y, en consecuencia, el aborto clandestino se llevaba vidas de mujeres a diario, como pasaba en Argentina hasta que un proyecto de ley de Aborto legal dividió al país, esto es contado en “La Ola Verde (Que sea ley)” (Juan Diego Solanas, 2019). También hay documentales que se centran en contar la historia del feminismo o de algunas de sus representantes como “She’s beautiful when she’s angry” (Mary Dore, 2014) que habla de las primeras representantes del movimiento feminista de los años sesenta, o “Retratos del feminismo” (Johanna Demetrakas, 2018) que ahonda en algunas mujeres feministas de los setenta a través de sus fotografías.

En conclusión, los documentales feministas han ido en paralelo al movimiento. Por eso, sus temas se han visto más diversificados, incluyendo perspectivas de mujeres de otros países que se han empezado a conocer gracias a la globalización o nuevas problemáticas surgidas con las nuevas tecnologías e Internet, etc. Así, el documental feminista en concreto, y el social en general, supone un documento con gran valor histórico que nos sirve para conocer la realidad del momento en el que se realizaron, como sus protagonistas y problemas.