Tema 4. 4.4.- El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performance, teatro, videoclip.

La industria musical siempre ha estado en el punto de mira de la realidad en la que cada sociedad vive en determinados momentos. El vídeo es una hibridación entre imagen, texto y música, es un producto que, con unas bases culturales, se ofrece al espectador. Podemos decir que el video musical es una forma de hacer arte, de darle vida a la creatividad y generar un estilo propio y característico.

En esta entrada vamos a hablar sobre un tema muy actual para analizar el machismo en la industria musical. Si empezamos por el principio, la mayoría de las canciones ya sea en el género pop, reggaetón, el tango… hablan en torno a un solo tema, el amor.

A ese discurso del amor romántico se le ha acompañado con una melodía, aunque no en todos los casos es un amor sano; se tratan de relaciones tóxicas. Estas canciones se centran sobre todo en aquellas relaciones heterosexuales donde la mujer, siempre protagonista, es la figura enamorada o la que ya no quiere amores y sale a ‘perrear’ con sus amigas y también, están las canciones que se centran en hablar del cuerpo de la mujer.

Al igual que esta industria ha ido evolucionando… la figura de la mujer… ¿podríamos decir que también lo ha hecho? ¿o seguimos creyendo que sí lo ha hecho bajo una mirada de falsa realidad?

Podría hablar directamente de las divas del pop, pero es mejor destacar el rol de la mujer desde otras perspectivas, su evolución hasta su papel en la actualidad tanto en el vídeo como siendo el tema principal en las letras de las canciones.

Sin ir muy lejos, en los años 70, ya se empieza a hacer visible la sexualización de la mujer. Aparece la figura de la artista sexy con un rollo pin up y “coqueta” en la industria tanto musical como también en la televisión y en la radio. Whitney Houston o Sade se ajustaban a los “perfiles” o “estereotipos” femeninos de aquella época, donde a pesar de tener una voz espectacular, se caracterizaban por ser un icono sexual.

En los 80, en España, el grupo Siniestro Total, un grupo que para la época era bastante popular entre los jóvenes, cantaba a voces “hoy voy a asesinarte, nena, te quiero, pero no aguanto más”, una década donde la violencia machista era aún un tema tabú y no se hablaba demasiado del tema. Además, varias asociaciones feministas alzaron la voz contra otro grupo musical popular español, Los Ronaldos, quienes cantaban “tendría que besarte, desnudarte, pegarte y luego violarte, hasta que digas sí”. Son letras que no deberían de serlo ya que incitan a la violencia propagándola en uno de los medios de comunicación más influyentes como es la música, la cual se consume a diario por la mayoría de la población y donde los jóvenes son los que más en contacto están con esta industria. Por tanto, su educación y la forma de relacionarse en la sociedad se ve influenciada por aquello que consume.

Aun así, la sociedad no parece avanzar porque en 2013, el rapero Lil Wayne saca el videoclip ‘Love me’. En esta pieza audiovisual, la cual no tiene restricción de edad y cuanta con más de 400 millones de visualizaciones, las mujeres son tratadas como objetos sexuales, donde enseñan culos y gesticulan de manera ‘erótica’ mientras el hombre lo goza y transmite una imagen de hombretón. Además, la letra no se queda atrás: “Estas putas tienen los coños como cráteres, no las puedo tratar como damas”. Estos tipos de videoclips se difunden en plataformas abiertas al público donde cualquier persona los puede ver y esto es un gran problema por la influencia que pueden llegar a ejercer sobre los jóvenes.

Ilustración 1. Videoclip ‘Love me’ de Lil Wayne

En ‘Caramelo’ de Ozuna de 2020 encontramos frases donde se proyecta una idea falsa de la realidad donde las mujeres ‘aceptan’ el maltrato, dando a entender que las mujeres se sensualizan a la vez que se sexualiza el maltrato. Pero, ¿qué es un maltrato?, ¿hasta qué punto ha llegado nuestra sociedad para ponerle ‘ritmo’ a este tipo de amenazas y a la violencia? En cuanto a las imágenes, vuelven a aparecer los planos de las mujeres en bikini o con poca ropa, resaltando su lado ‘sexy’. Una cosa a destacar y que puede pasar desapercibido en este videoclip es que las bailarinas aparecen bailando en tumbonas o alrededor de una piscina mientras que el cantante, aparece a veces en una silla alta de socorrista a través de un plano contrapicado. Este tipo de plano se suele emplear para crear superioridad de ese personaje que se encuadra. Además, una de las bailarinas aparece cogiendo la manzana prohibida, haciendo referencia a Adán y Eva, donde esta última sería la ‘mala’ por caer en la tentación y, esta misma acción, se repite, pero cambiando la manzana por lamiendo un helado imitando la felación de la mujer al hombre.

Ilustración 2. Videoclip ‘Caramelo’ de Ozuna

Ilustración 3. Videoclip ‘Caramelo’ de Ozuna

‘La Jeepeta’, 2020 dice: “arrebatao’, dando vueltas en la jeepeta. Al lao’ mío tengo a una rubia que tiene grande’ las teta’; quiere que yo se lo meta”. Podríamos decir que este es el claro ejemplo de los estereotipos en los roles de género donde el hombre, el macho tiene dos aspiraciones en su vida: conseguir a una mujer y tener un coche para ser más hombre y esta canción reúne ambas ‘metas’. Cabe destacar que, aquí se especifica claramente ‘una rubia’, y esto no es por casualidad, tiene un trasfondo. En la cultura contemporánea, existe un estereotipo común entre los hombres donde estos encuentran a las rubias más atractivas y las definen como poco inteligentes y sexualmente promiscuas. Además, no cabe ir muy lejos cuando en productos audiovisuales como del famoso cineasta Alfred Hitchcock, este prefiere a rubias para papeles principales para que la audiencia no sospeche de ellas, ya que, ‘las rubias son tontas’.

Pero, enfocando la mirada en las mujeres artistas de la industria, encontramos a una de las grandes como es Aretha Franklin y el tema ‘Respect’, quien se convirtió en la reina del soul gracias a esta canción a pesar de que no era de su autoría ya que pertenecía a Otis Redding. Este, contaba la historia desde el punto de vista de un hombre que trabajaba y que, al llegar a casa pedía respeto a su esposa. En cambio, Aretha Franklin le dio la vuelta y lo transformó en un himno feminista. Como sucesoras encontramos a Amy Whitehouse e incluso una artista más reciente como Adele.

También, en la actualidad hay artistas femeninas que quieren hacerse hueco en este mundo musical siendo fieles a su género, es decir, siendo fieles a sus ideales de mujer empoderada. En este caso podemos hablar de Emmy Meli y su canción ‘I am woman’, Ariana Grande con ‘God is a woman’ donde la artista invita a todas a disfrutar del sexo sin sentirse culpables ya que defiende que las relaciones sexuales son también un modo de empoderamiento; y a Jennifer López con ‘Ain’t your mama’. Con este tema, JLo quiso hacer una declaración hacia los hombres que piensan que las mujeres deben de servirles. Incluso podemos encontrar a Beyoncé porque… who run the world? Girls!

Ilustración 4. Videoclip ‘Run the world’ de Beyonce

Pero dentro del habla hispana, cabe mencionar canciones como ‘Ella’ de Bebe donde la cantante española muestra un acercamiento a una persona oprimida y que ha sido víctima de violencia. La canción invita a todas las mujeres a tener esperanza y recuperarse; y a Rozalén con su tema ‘La puerta violeta’. Según la artista, el nombre de la canción es un símbolo de salida hacia el feminismo; representa la igualdad para acabar con la violencia machista y dejar a las mujeres reprimidas libres.

Por tanto, puedo decir que la música, el cuerpo y el sexo son cánones machistas que se imponen en los productos audiovisuales que consumimos como sociedad. A parte de las artistas comentadas que defienden el feminismo, de acuerdo con el sociólogo Foucault, actualmente existe la figura de slutware (forma de llamar a las mujeres putas o zorras) en la industria musical y lo cierto es que es un producto muy vendible. Las propias artistas utilizan su cuerpo como biopoder y juegan con una identidad feminizada desde el punto de vista sexual. Con todo esto y en relación con la pregunta realizada al inicio de esta entrada, a pesar de que la industria musical ha evolucionado, la figura de la mujer no lo ha hecho, es más, se ha incrementado el sexismo de esta tratándola como objeto sexual tanto en las letras como en los videoclips. Es decir, a esta manera de mostrar a las mujeres en los medios audiovisuales que más se consumen actualmente, no ayuda a avanzar contra el machismo y la violencia de género.