1.3.- La aplicación de la perspectiva de género a los medios audiovisuales.

 

Desde que en 1967 Jock Semple, comisario juez de la maratón de Boston de aquel año, trató de sacar a empujones de la carrera a Katherine Switzer simplemente por ser mujer el mundo se dio cuenta de que algo debía de cambiar con respecto al papel de la mujer en el deporte y en general. Por aquel entonces estas imágenes ya resultaron más que polémicas, ya que en aquel momento en Estados Unidos la sociedad ya comenzaba a esbozar los derechos de las mujeres en muchos ámbitos.

Sin embargo, la discriminación de las mujeres en el deporte no es algo episódico que se haya tratado de forma especial en los últimos años. Es una realidad social constante que nuestra propia historia nos muestra una y otra vez. Los Juegos olímpicos reflejan claramente la evolución del papel de la mujer en el deporte de forma muy clara. Desde su nacimiento oficial en 1896 su propio creador, el Barón de Coubertin ya comentaba que la presencia de la mujer en este tipo de eventos resultaba antiestética y poco interesante.

Grandes hazañas de atletas como la griega Stamata Revithi en 1896, Charlotte Cooper, (primera medalla de oro femenina), Alice Milliat (figura importantísima en la visibilidad e inclusión de la mujer en el deporte, fundadora de la Federación Internacional del Deporte Femenino en 1921). O en el caso de España Lili Álvarez, que fue la primera olímpica española, Blanca Fernández Ochoa o Carmen Valero. Permitieron que el avance del deporte femenino en la última década del siglo XX fuera increíble. En los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 participaron un total de  127 mujeres, claro síntoma del gran cambio experimentado.

Pero no solo podemos limitarnos a entender esa discriminación desde el punto de vista meramente deportivo, o al menos desde la perspectiva de la propia actividad deportiva. La transmisión y difusión a nivel audiovisual del deporte femenino también dista bastante del deporte masculino. Este es el tema principal de este comentario.

Ya sea por no ser considerado de la misma manera que el deporte masculino, más globalizado y con una mayor importancia obtenida principalmente por ese germen inicial discriminatorio hacia el deporte femenino o por ser considerado “poco interesante” o “antiestético” como reflejaba el Barón de Coubertin lo cierto es que la diferencia entre la importancia ya no solo en medios audiovisuales importantes entre hombres y mujeres es notoria e injusta. Él deporte en sí carece de carácter discriminatorio.

Es para todo el mundo, seas quien seas sin importar tu sexo o color de piel puedes y debes practicar deporte de manera regular para estar sano y por ello también puedes practicar cualquiera a nivel profesional con la misma relevancia que cualquier otro. Lo triste es que a día de hoy aún siga existiendo una gran diferencia de relevancia entre, por ejemplo, la victoria de un equipo masculino de fútbol en la final de la Champions League y uno femenino, cuando incluso podemos estar hablando del mismo club.

http://blog.editorialreus.es/2018/02/genero-deporte-historia-una-desigualdad/

Las principales diferencias en términos de relevancia las encontramos tanto a nivel publicitario, (aunque ya hay grandes marcas que cada vez contratan más con grandes deportistas femeninas), a nivel de audiencia y a nivel de transmisión y repercusión. Es evidente que la victoria del equipo femenino tendrá su relevancia y quedará igualmente registrada que la del equipo masculino en la final de la Champions, pero a continuación lanzo la siguiente pregunta, ¿Cuál saldrá antes en un telediario o se transmitirá en una gran cadena con toda su pompa y promoción?

Por desgracia la respuesta a día de hoy sigue siendo clara a pesar de los evidentes y positivos cambios. Las finales de la Copa de la Reina o de la Supercopa de España  transmitidas por teledeporte muestran que el cambio sigue, sin la misma relevancia, pero sigue. La victoria del FC Barcelona en la final de la Champions League frente al Chelsea podría ser el punto de inflexión de un gran cambio, el impacto del evento y de su resultado fue significativo.

De todos modos con los números en la mano y siendo cien por cien realistas la “censura” por llamarlo de alguna manera, del deporte femenino en el mundo audiovisual ha sido a lo largo de la historia bastante acentuada, de forma paralela al papel de la mujer en el deporte como tal. El propio lenguaje también influye bastante en este aspecto y en muchos ámbitos las desigualdades son más que notorias en cuanto a su uso y, en lo relativo al deporte, los malos usos del lenguaje existen y crean y refuerzan las diferencias entre hombres y mujeres.

https://conlaa.com/influencia-del-lenguaje-en-la-visibilidad-del-deporte-femenino/

Lo que principalmente reclaman las propias deportistas es que el apoyo por parte de los medios sea mayor, porque los resultados son evidentes y no reciben ese empuje merecido. Es por esto que la ayuda de los patrocinadores resulta absolutamente esencial. El apoyo de las grandes marcas en medios, redes sociales y otros medios de transmisión ya sea de eventos o de la persona de la propia deportista ayuda a que la visibilidad de las mismas crezca mucho.

La corriente de pensamiento más machista no puede estar más equivocada en cuanto al apoyo a la censura del deporte femenino y al hecho de restarle valor e importancia. Los resultados del deporte femenino y las épicas hazañas registradas le rompen la mandíbula con un puño de realidad a este pensamiento.

https://www.expansion.com/directivos/deporte-negocio/2019/09/06/5d6e9eab468aeb00598b4694.html

La importancia del deporte femenino en los medios a día de hoy sigue siendo vergonzosa, ni el 5% de las menciones son en medios, según el Estudio sobre la percepción del deporte femenino en España, elaborado por la agencia de marketing y comunicación WOT. Y desgraciadamente cuando es noticia es por mero interés de las grandes empresas o por motivos extradeportivos.

Esa concepción del deporte femenino y del deporte en general como un instrumento extradeportivo de beneficio propio es altamente deleznable y peligroso a partes iguales. Es por ello que lo que debe mostrarse y a lo que se le debe de dar su verdadera importancia es al deporte como tal.

Aunque los cambios son evidentes y la historia refleja que el avance hacia un trato igualitario entre el deporte femenino y masculino aún queda mucho que hacer. El auge del fútbol femenino y el apoyo en redes sociales como Twitter (Aproximadamente el 80% de las menciones sobre el deporte femenino corresponden a la plataforma), así como las nuevas corrientes de pensamiento de las generaciones más jóvenes,

El público joven, de entre 18 y 25 años, y casi por igual entre hombres y mujeres, es el que más menciones realiza sobre deporte femenino según el medio Palco 23; contribuyen a una revolución necesaria en todo el mundo, por el bien del deporte y la figura de la mujer en el mismo. Es por mi amor al deporte y por el apoyo que entre todos debemos darle al deporte femenino por lo que he elegido este tema, para luchar contra esa gran desigualdad que los medios se empeñan en invisibilizar.

https://www.palco23.com/media/visibilidad-del-deporte-femenino-apenas-el-5-de-las-menciones-son-en-medios#:~:text=Publicidad-,Visibilidad%20del%20deporte%20femenino%3A%20apenas%20el%205%25%20de%20las%20menciones,menciones%20realiza%20sobre%20deporte%20femenino.&text=El%20deporte%20femenino%20crece%2C%20pero,dar%20muchos%20pasos%20para%20afianzarse.