2.5 Industria de entretenimiento y medio de información

Los corresponsales de TVE en la edición de mediodía del Telediario, presentada por Ana Blanco // Francisca González (Twitter)

Más de una semana ha pasado ya desde que el ejercito ruso de Vladimir Putin cruzara la frontera ucraniana con hileras de tanques para tratar de invadir a su país vecino. Desde el día del estallido del conflicto hemos visto cómo gran cantidad de periodistas se han desplazado a Ucrania para dar una cobertura al conflicto, jugándose la vida y tratando de ofrecer informaciones desde los puntos más críticos del país. Uno de tantos medios que están dando un relato prácticamente ininterrumpido del conflicto es RTVE, que está dando una cobertura del conflicto impecable y merecedora de reconocimiento.

Desde días antes del estallido del conflicto, cuando las zonas de Donetsk y Luhansk ya podían considerarse “puntos calientes” en el mapa europeo, RTVE se anticipó, realizando un gran despliegue para dar cobertura a esa situación de tensión que se vivía en el este de Europa. El equipo de enviados especiales desplazados al conflicto se completa con el resto de las corresponsalías de Televisión Española en el mundo, que aportan la visión del conflicto desde los distintos lugares en los que están establecidas las sedes.

Hace algunos días se hizo viral un extracto del telediario noche que presenta Carlos Franganillo, en el que antes de despedir el informativo, el presentador agradecía uno a uno a los integrantes de los equipos de Televisión Española desplazados a la zona de conflicto, desde periodistas hasta productores, pasando por técnicos y cámaras.

El principal rostro visible de RTVE en Kiev es, desde que llegara el miércoles del comienzo del conflicto, el asturiano Víctor García Guerrero, que como cuenta en una entrevista para La Voz de Asturias, viajó para dar relevo al resto de compañeros que se desplazaron a la zona del Donbás. Junto a su equipo, García Guerrero se aloja en el hotel Kozatskiy junto a otros enviados especiales de otras cadenas procedentes de todo el mundo. “Íbamos como equipo de apoyo porque no pensábamos que se iba a empezar por Kiev y terminamos siendo el único equipo en el punto principal”, contaba el reportero a La Voz de Asturias.

En territorio ucraniano está también el reportero Óscar Mijallo, enviado especial a Zaporiya, en el este del país. Para realizar la labor de información que está haciendo el equipo de RTVE no basta con estar en el sitio adecuado, es necesaria también la experiencia. En el caso de Mijallo, varios años como corresponsal del organismo público español en Oriente Medio avalan su capacidad de comunicar desde zonas conflictivas. En el equipo desplazado a Ucrania y a sus territorios fronterizos encontramos también a Marian Serén, desplazada a la localidad polaca de Korczawa, donde informa de primera mano de la llegada de los refugiados a Polonia.

Como ya hemos comentado, es necesario complementar la información sobre el terreno con las sensaciones en otros puntos importantes para el conflicto. Es ahí donde entra en juego la red de corresponsalías de TVE. En la actualidad el organismo público español tiene distribuidas por todo el mundo 15 corresponsalías de Televisión Española y 7 de Radio Nacional. Algunas como las de Bruselas, con Marta Carazo, París, con Mavi Doñate, Londres, con Diego Arizpeleta, Berlín, con Miguel Ángel García Rodríguez, Pekín, con Yolanda Álvarez, y Washington, con Cristina Olea, son a día de hoy fundamentales para contar cómo está afectando el conflicto entre Rusia y Ucrania en el resto de países, además de ofrecer contexto a algunos de los sucesos. Personalmente quería destacar el papel de la periodista Érika Reija, corresponsal en Moscú, que abandonó la capital rusa el pasado sábado tras cinco años. La decisión, tomada por RTVE junto a otros medios, viene precedida por la decisión del gobierno ruso de instaurar una ley que castiga con hasta 15 años de cárcel por difundir “información falsa”, o mejor dicho, contraria al régimen de Putin.

Tras más de una semana de conflicto, la labor realizada por RTVE con respecto a la cobertura de la invasión es quizás el claro ejemplo de cómo debe trabajar un organismo de televisión pública en estas situaciones. Este gran desplazamiento de equipos y profesionales al territorio bélico demuestra el trabajo bien hecho por parte del organismo público, que desde la llegada de José Manuel Pérez Tornero a la presidencia muestra que por fin nuestra televisión pública se adapta a los tiempos en los que vivimos.

Este buen hacer quizás no se ha visto recompensado en audiencias para TVE, que desde la etapa del Partido Popular en el Gobierno ha mostrado una pérdida continuada de espectadores, aunque es cierto que en los últimos meses se están viendo algunos brotes verdes. A pesar de todo, la mayoría de informativos de cadenas privadas como Antena 3, Telecinco o La Sexta se sitúan por encima de La 1 de TVE en audiencias. Si bien no hay recompensas en las cifras de audiencia, desde hace días estamos viendo cómo algunos compañeros de RTVE no implicados en la cobertura del conflicto están aplaudiendo en redes el trabajo realizado por sus compañeros. Entre ellas Francisca González, una de las periodistas que cubrió la catástrofe del volcán de La Palma durante semanas para Televisión Española.

Bibliografía:

https://www.infolibre.es/opinion/columnas/el-ojo-publico/ucrania-rtve-mejor-servicio-publico_129_1220569.html

https://www.lavozdeasturias.es/noticia/asturias/2022/02/27/victor-guerrero-periodista-asturiano-kiev-miedo-conoce-poder-ejercito-ruso/00031645980458515989983.htm

https://www.rtve.es/rtve/corresponsales/