4.4.- El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performance, teatro, videoclip.

Hoy me centraré en la evolución del videoarte en cuestión de género y feminismo, debido a que se han visto estrechamente relacionados. La comisaria independiente, crítica de arte, investigadora y docente Margarita Aizpuru nos presentaba una idea general del videoarte de género en el seminario “Videoarte, género y feminismo Recherchez les femmes”. El cual se puede visualizar en el siguiente enlace: https://vimeo.com/222525915 . Margarita tiene una larga trayectoria en referencia a lo mencionado. Ha sido profesora asociada de la Universidad Carlos III de Madrid y programadora de artes plásticas de la Casa de América y del área “Zona Emergente” en Sevilla. Es experta y nos hace un paso por el recorrido por las nuevas tendencias de arte contemporáneo, en arte y género, performance y videoarte. Ha presentado numerosas exposiciones como la mencionada desde los años 90. Asimismo, escribe para catálogos y es miembro de la Junta Directiva del IAC (Instituto de Arte Contemporáneo) y del Consejo Asesor de MAV (Mujeres en las artes visuales).

Margarita Aizpuru durante una entrevista

Da comienzo al seminario situándonos y diferenciando dos conceptos muy confundidos: videoarte y videocreación. Principalmente se diferencia porque la videocreación es un subtipo de videoarte, pero no todos los videoartes son videocreaciones. Podemos denominar videoarte a una forma de expresión que emplea la tecnología de video como medio visual y audible. Mientras la videocreación es una pieza audiovisual artística de tiempo indefinido que se vende como obra de artista igual que si se tratara de un cuadro o una escultura. 

El videoarte comenzó con unos formatos y subtipos fijos como la videocreación que a lo largo de los años han sufrido una hibridación, como ha sucedido con la mayor parte de los productos audiovisuales. Cada vez más ha habido una expansión de videoperformance y videos para documentar una performance. Al igual que el surgimiento de más artistas multidisciplinares. 

Las obras han pasado a ser temporales. Es por ello, que el visualizador de la obra ha cambiado a su vez, antes nos referíamos a espectadores (presencia un espectáculo público) y ahora hablamos de usuarios (individuo que utiliza de manera habitual un producto, o servicio.). Es decir, los visualizadores han pasado a hacerse partícipes de la obra. 

Vemos cómo han evolucionado los productos audiovisuales a la vez que las tecnologías, ¿pero por qué decimos que está tan relacionado el videoarte con una cuestión de género? Se debe principalmente a que han nacido y crecido durante la misma época.

Es en los años 60 cuando nace la segunda ola del movimiento feminista, tras el sufragismo a finales del 19, surgirán nuevos pensamientos y nuevas cuestiones que resolver. Se replanteará el paradigma del cuerpo junto con el cuerpo normativo. Será en los años 80 cuando se pondrá sobre la mesa los debates en torno al cuerpo y el paradigma de género, construcción de género, ideantidad de género y la diferencia entre género y sexo. Asimismo, aflora la construcción de que es ser mujer y que es ser hombre y lo que implica a nivel de conducta, mentalidad, comportamiento, jerarquía social y política, etc. Los debates y planteamientos mencionados se trasladaron al arte y al crecimiento de las performance (que en ese momento se denominaban acciones). Dicha relación se debe a que uno de los elementos principales de la performance es el cuerpo, junto con la presencia, el espacio y el tiempo. 

A su vez, se originará el colectivo Fluxus, que llevarán a cabo performances, donde destacó su impulsor Gergoes Maciunas, Joseph Beuys, Alan Kaprow, Wolf Vostell y Yoko Ono.

Con el paso de los años este movimiento de body art sufrirá una evolución hacia el radicalismo, mostrando un alto grado de agresividad en los años setenta. Se buscaba alcanzar los límites del cuerpo mostrando un gran interés por ideas relacionadas con el dolor y la muerte. Esto produjo la realización de acciones extremas en las que el artista se implica peligrosamente a nivel físico. Son destacables Gunter Brus, Rudolf Schwarzkogler, Sterlac, Hermann Nitsch y sus sacrificios animales como medio de liberación de los instintos o Chris Burden, quien llegó a pedir a un amigo que le disparara en un brazo en mitad de una sala de exposiciones.

«Semióticas de la cocina» de Martha Rosler

Cabe destacar a Martha Rosler una artista norteamericana que trabaja en fotografía y foto-texto, vídeo, instalación, escultura, y performance, que se menciona y ejemplifica en el seminario de Margarita Aizpuru. Una de sus obras más conocidas es Semiótica de la cocina, una paraodia feminista de video y performance realizada en 1975. Tiene una duración de 6 minutos en los que se presenta una crítica de las versiones de mercancía y de los roles de las mujeres en la sociedad moderna.

La protagonista del video será la misma Rosler. La cámara visualizará una gran variedad de utensilios de cocina de poca utilidad y a veces con usos de violencia. Se emplea un plano fijo sin movimiento, permitiendo al espectador centrarse en la performance de Rosler.

Letra por letra la artista hace un recorrido por el léxico culinario con un utensilio de cocina diferente para cada letra. Al llegar a las letras U,V,W,X,Y,Z, prescinde de los utensilios y los gestos del cuerpo se convierten en un sistema señalético en sí mismos. Es importante tener en cuenta el enfoque en la lingüística y en las palabras, porque Rosler pretendía desafiar el sistema familiar de significados domésticos de la vida diaria. Ella misma comentó en referencia a su obra que “cuando la mujer habla, nombra su propia opresión.” 

Sus obras estarán muy caracterizadas por su sobriedad unida a un sentido del humor mordaz, que viene inspirado por las películas de Jean-Luc Godard, el experimentador suizo que llegó a la fama a principios de los años 60. Fue en Godard donde Rosler encontró un modelo de artista que se resistía a la comercialización de ideas.

Al igual que en Semiótica de la cocina lo doméstico jugó un papel en muchos de los primeros trabajos de Rosler. La semiótica es sorprendente tanto por su inocencia, así como por su complejidad. 

Adentrándonos en ya en los años 70, donde Rosler continuará con sus obras pero surgirán nuevos nombres como Ana Mendieta (artista conceptual, escultora, pintora y videoartista) y Marina Abramović (artista serbia especializada en performances).

En los años 80 ya nos encontramos con un discurso postmodernista y una ruptura del pensamiento de los discursos preexistentes que se consideraba que ocultaban dentro estrategias de poder y exclusión de los otros (los otros referido a mujeres, otras culturas y diferentes sexualidad a la normativa). Es por ello, que nace el concepto de deconstrucción y el pensamiento de poner en tela de juicio todos los pensamientos aprendidos y construir unos nuevos. En el arte esto se verá reflejado mediante el nacimiento de nuevas ópticas. 

En definitiva, el videoarte como las performance, artes visuales, bodyart, artes corporales, etc, son creaciones íntimamente relacionadas con las mujeres y con la idea construida en referencia a las mujeres. Nos han aportado obras críticas y reflexivas que han hecho de alguna forma cambiar y construir nuevas asociaciones en el concepto que tenemos de mujer en la sociedad. Para finalizar me gustaría destacar algo mencionado en el seminario“Videoarte, género y feminismo Recherchez les femmes”, que me impactó bastante. En él se mencionaba el colectivo Fluxu, al que perteneció Yoko Ono. Probablemente todos conocemos ese nombre ¿pero por sus obras artísticas?, en su gran mayoría no. Y es que se ha estigmatizado y ha pasado a la historia como “la mujer de John Lennon”. No es la primera vez que sucede que la trayectoria profesional de una mujer pasa a segundo plano para otorgarle la etiqueta de “pareja de o mujer de”. Un acto que causa que las mujeres pierdan sus logros y solo se las valide por con quien estuvieron.