5.3. Ciberespacio, cibercultura y medios de comunicación

Fue en la época de los 90 donde sucedió un hito histórico que marcaría un antes y un después en la forma que tienen los seres humanos de relacionarse: Tim Berners-Lee había creado la World Wide Web, mecanismo tecnológico que permitía a la gente realizar búsquedas a través de internet y crear sitios web. Cabe destacar que no fue el inventor de internet, pero fue uno de los más importantes en el proceso evolutivo de este, para que llegase a ser lo que conocemos hoy en día. Concretamente no hay una primera red social a la cual le podamos asignar este título, pero entre ellas, algunas de esas primeras fueron Classmate.com, TheGolbal.com y SixDegrees.com, pero aquella que conseguiría tumbar a todas ellas sería Facebook, fundada por Mark Zuckerberg en 2004 y que sigue vigente en la actualidad.

Cómo funcionaban al principio los primeros ordenadores.

Antes de la llegada de la red se produjo la llegada del teléfono móvil. En España este hecho sucedió en 1976, con la puesta en marcha del “Teléfono automático en vehículos”, aunque estaba limitado solamente a Madrid y Barcelona y solo se daba en vehículos. Pero fue ya en 2006 cuando se confirmó que en nuestro país había más teléfonos móviles que habitantes, convirtiéndonos así en uno de los países de Europa en los que este aparato electrónico tiene tanta aceptación.

Por aquel entonces, cuando el teléfono móvil sólo servía para realizar llamadas, cumplía su función principal, pero cuando esté empezó a evolucionar, las cosas cambiaron. Pasó de acercar a las personas, a aquellas que teníamos más lejos, o para realizar pequeñas conversaciones, como quedadas de última hora, o para conectarnos con aquellos con los que necesitábamos mantener una pequeña conversación, a alejarnos cada vez más de la realidad. Nos empezó a dejar con escaso contacto social, preferíamos mantener una conversación por teléfono antes que tenerla en persona, le dábamos cada vez menos importancia al contacto con los demás sin ser plenamente conscientes de esto.

Aunque junto al avance del teléfono móvil también surgieron los SMS, mensajes de texto instantáneos, nació la famosa aplicación de mensajería móvil Whatsapp que, a diferencia de estos, era gratuita, y podías mandar todos los mensajes que quisieses gratuitamente, estuvieses donde estuvieses. Y ahí llegó uno de los mayores cambios que se han producido hasta ahora, pues esto provocaba que la gente ya ni se molestara en llamar, con un simple mensaje estaba todo hecho. Antes podían mandarte una carta, a la cual le habían dedicado tiempo y esfuerzo en elaborar, después llegaron las llamadas para evitarse tanto tiempo, pero todo esto llegó incluso a empeorar con Whatsapp, ya que con un simple mensaje que dijera Felicidades estaba todo hecho, en cuestión de unos segundos.

Esta facilidad que nos aporta esta herramienta que, a primera vista solo nos facilita el día a día, llegó a convertirse en el peor enemigo de la especie humana. Dejamos de tener contacto con la gente que nos rodea, todo aquello que pasa por estas redes puede tener diferentes interpretaciones, porque dejamos de lado el lenguaje no verbal, y esto queda a nuestro ver. Somos nosotros mismos los que tenemos que descifrar con qué tono una persona nos ha enviado ese mensaje, si lo ha dicho de forma irónica o con enfado, y ahí es donde se pierde la magia de la comunicación. A raíz de eso surgen problemas de comunicación, malentendidos, mensajes hirientes que llegan demasiado rápido porque, mientras estabas enfadado con alguien, no te paraste a pensar en las consecuencias que podía tener mandar eso.

Hoy en día es muy sencillo ver a niños demasiado pequeños con teléfonos móviles, o niños con apenas un par de años con dispositivos tecnológicos como tabletas que sus padres les ofrecen a cambio de que estos dejen de llorar, una estrategia demasiado sencilla que conlleva un precio muy alto que se pagará en un futuro no muy lejano. Pero siendo sinceros, ese precio se está pagando ya, los adolescentes de hoy en día sufren una gran falta de comunicación con su alrededor, no expresan sus sentimientos porque no ven la necesidad de hacerlo. En vez de eso, prefieren usar las redes sociales para expresar y contar sus penas y sus problemas.

El porcentaje de niños y niñas con edades comprendidas entre los 10 y 15 años en España que contaron con un terminal telefónico móvil durante 2021 fue del 68,7%.

El usar las redes sociales como medio de expresión para contar tus problemas, en un principio, no debería ser algo negativo o ser considerado como un problema, pero si solo usas esta herramienta como forma de desahogo y no consideras el diálogo con personas cercanas, como amigos o familiares, estás condenado a escoger el camino fácil, y a partir de ahí estás condenado a seguir por una senda que va a convertirte en alguien que se hunde por dentro con sus propios pensamientos.

No hay nada más maravilloso que una buena conversación. Una conversación, un intercambio de ideas, un diálogo entre personas que se respetan y que te aportan ideas que pueden enriquecerte como persona…Y estamos perdiendo eso. Una de las funciones del ser humano es la comunicación, y como sabemos, somos seres sociales, no podemos estar sin personas a nuestro alrededor, y cuando empezamos a aislarnos es cuando nos llegan los problemas, nuestra ausencia de empatía, de prejuzgar a las personas sin pararnos a pensar que esta persona está pasando por algo más que no se puede ver a través de una pantalla.

Poco a poco estamos creando una versión diferente a nosotros, un ser virtual que comparte todo aquello que cree conveniente en redes pero que luego no sabe afrontar en la vida cotidiana. Niños que han crecido directamente con un teléfono móvil debajo de su brazo, y que sin educación por parte de sus progenitores, va a seguir este mismo camino, que va a terminar por aislarnos en un mundo cada vez más tecnológico.

Bibliografía: