Epígrafe 4.3 – El documental. Tipos de documentales. El documental como documento cultural

“You may shoot me with your words,

You may cut me with your eyes,

You may kill me with your hatefulness,

But still, like air, I’ll rise”. Still I Rise, Maya Angelou.

Jean Genet, dramaturgo francés nacido en París el 10 de diciembre de 1910, creció como artista dispuesto a enfrentarse a las injusticias cometidas en su contexto. Con 38 años ya había entrado y salido de la cárcel por diferentes motivos, pero la lucha contra el sistema impuesto en común; cuando salió por última vez de prisión escribió Les Nègres, que sería representada por primera vez en octubre de 1959 en París.

Dos años después, Maya Angelou la representaría en Clearwater, Florida, haciendo el papel de “La Reina Blanca”, un trasunto de la Reina Isabel y la realeza, blanca y femenina, de Europa.

6 actores negros y 6 actores, también negros, pero que llevaban máscaras blancas, representando a los blancos. Los blancos reinaban arriba, sobre una plataforma desde la que observaban a los negros, que estaban abajo; uno por uno, los blancos iban bajando para exponer sus objeciones ante la existencia de los negros; y uno por uno, los blancos eran asesinados, y los negros ascendían y tomaban el poder.

Fue la primera obra en mostrar, a la población blanca, que eran responsables del dolor y la angustiad debido a su ignorancia.

Jean Genet – Scene from “The Blacks”: https://www.youtube.com/watch?v=VcJh6hVyTeo

En paralelo, Maya estaba buscando sus raíces en el continente africano. En su activismo por los derechos sociales y raciales conoció, en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a Vusumzi “Vus” Make. Vus era sudafricano y como abogado, luchaba por los derechos civiles de los afroamericanos.

Vus era el representante en Egipto del movimiento de libertad sudafricano, el Congreso Panafricano. El panafricanismo es un movimiento político, filosófico, cultural y social, que promueve el hermanamiento africano, la defensa de los derechos de las personas africanas y la unidad de África bajo un único Estado soberano, para todos los africanos, tanto de África como de las diásporas africanas. Se mudaron juntos a El Cairo en 1961 y aunque su relación solo durase un año, Maya se quedó a vivir en el continente.

En Ghana, Maya se rodeó del gran movimiento migratorio afroamericano, y trabajó en la universidad, haciéndose un nombre en el ámbito académico y social. Esta es una de las épocas más felices en su vida, según la propia poetisa.

Malcom X llegó a Ghana en 1964 y causó un ambiente de cercanía entre la comunidad afroamericana, así es como Maya y él se conocieron. El objetivo de Malcom era encontrar y un gobierno africano que defendiese las ideas y principios de la comunidad africana, y que entrase en la ONU para cargar contra los Estados Unidos. Ante las crecientes y constantes represiones militares contra los afroamericanos, Malcom X planteaba detener las matanzas lo antes posible.

Este gobierno no pudo realizarse debido a la imposición económica de Estados Unidos.

Maya y Malcom tenían en común, entre muchas otras cosas, el querer ver y estar en todos los países del continente africano para entender sus raíces. En una peregrinación a La Meca, Malcom pudo ver que el problema no era la diferencia de color de la piel, pues al volver dijo: “con el pelo tan rubio como el maíz y sus caras tan blancas como la leche, y podido llamarlos hermanos. Evidentemente estaba equivocado. No toda la gente blanca con demonios de ojos azules”.

Maya decidió volver a los Estados Unidos por Malcom X, porque creía en su lucha y en sus ganas de querer entender para construir algo nuevo. Y porque le amaba.

Malcom X fue asesinado antes de que pudiesen hablar de nuevo.

Maya volvió a dejar de hablar.

Malcom X at Mecca: https://www.youtube.com/watch?v=Zy1CCupgqq8

Fue su amigo, James Baldwin, quien la animó a salir de casa para ir a una cena. Le pidió que contase historias sobre Stamps, sobre cuando era bailarina, sobre su abuela, sobre lo que fuese. En esa cena estaban Jules Feiffer, el dibujante, y su mujer, Judy Feiffer, que era escritora; todos estuvieron absortos con las historias de Maya y cómo las contaba. Judy llamó al día siguiente al reconocido editor Bob Loomis para que contactase con Maya.

Pero Maya estaba trabajando con la PBS en un serial, llamado “Black, Bllues, Black!”, sobre el continente africano y sus países, cultura, sociedad, orígenes, etc. Pero Bob Loomis siguió llamándola durante seis meses hasta que Maya aceptó a escribir su autobiografía.