Entrada 1.3. “La historia de los medios audiovisuales desde un enfoque cultural y de género”. 

El trabajo de un artista se basa en practicar algunas de las bellas artes, como puedan ser la música, la pintura, escultura, arquitectura, danza, cine… en especial si se dedica a ello profesionalmente. Por lo general, estas personas están dotadas de capacidad o habilidad especiales que les diferencia del resto. Su trabajo implica vender sus obras al público generalista, encargado de valorar su producción.

El arte funciona como medio de comunicación, a través del cual el artista tratará de plasmar (o no) sus pensamientos e ideales, su universo interno. Cuando este arte es consumido y reconocido por millones de personas, ocasionando un gran impacto en la sociedad, la figura del artista suele elevarse a icono o referente en el mundo.

Sin embargo, se han dado multitud de casos a lo largo de la historia donde grandes artistas se han visto envueltos en polémicas, acusaciones o directamente han sido condenados por un tribunal: desde la defensa incondicional de su ideología o creencias impopulares hasta condenas por acoso sexual, violaciones o asesinatos. En estos casos se plantea un debate acerca de la obra del artista: ¿debe reconocerse su trabajo artístico independientemente de su persona?, ¿puede realmente separarse la obra del artista, siendo esta un reflejo de sus experiencias?, ¿debemos cancelar la discografía de un cantante por su implicación en un crimen? En este artículo, veremos posturas a favor y en contra, así como algunos de los casos más sonados en la historia reciente.

No se puede separar: esta postura defiende la idea de que cuando se consume la obra creada por el artista, se le apoya, puesto que en muchos casos canalizan su vida a través del arte, a partir de sus experiencias, tanto propias o por su punto de vista, siendo conceptos que no se pueden desvincular. Se podría aceptar su obra una vez el artista haya fallecido, puesto que no se apoya ni reivindica ninguna de sus acciones.

Sí se puede separar: esta postura defiende la admiración de la obra de arte con independencia de la figura artística. Se condena y repudia aquellos hechos o acciones despreciables por quienes lo cometan, pero sin dejar de maravillarse por su obra. Se debe juzgar en diferentes términos el arte y las acciones del artista.

Ponemos en el análisis algunas figuras artísticas controvertidas por su acusaciones y condenas:

Harvey Weinstein: exproductor estadounidense con una carrera profesional muy exitosa participando en películas como “El señor de los anillos: La comunidad del anillo”, “Django desencadenado”, “Scream”, “Kill Bill”… Sin embargo, en 2017 comenzaron a salir a la luz casos de docenas de mujeres que acusaban al productor de acoso sexual, agresión sexual o violación. Fue despedido de su compañía y entró en investigaciones criminales por las cuales salió culpable en una violación de tercer grado. Este escándalo promovió un movimiento a través de las redes sociales bajo el hashtag MeToo, con el que compartieron y denunciaron sus experiencias de agresión sexual, acoso u violación, salpicando a cantidad de hombres poderosos e influyentes.

Kevin Spacey: reconocido actor con un talento descomunal, ganador de dos Oscar, con papeles protagonistas en películas como “American Beauty”, “Seven”, “Cómo acabar con tu jefe” y en la serie “House of Cards”. Las acusaciones hacia su persona surgieron a raíz del movimiento MeToo, en el que denunciaban su afán de crear un ambiente tóxico, hacer comentarios groseros, con establecer contacto no consensuado con trabajadores jóvenes en la propia cadena de la CNN. Más tarde sería descrito como un “depredador sexual”, a lo que Kevin respondió con disculpas a las víctimas, alegando no recordar los hechos y reconociendo su homosexualidad, además de tener una adicción al sexo. Está con juicios pendientes, sin trabajo y condenado a pagar más de 30 millones de dólares al estudio de televisión Media Rights Capital por romper su contrato.

John Lennon: el cantante que formó parte del grupo más icónico de la historia, “The Beatles”, reconoció durante una entrevista para Playboy (1980) que había golpeado en repetidas ocasiones a su primera mujer, Cynthia, y que era violento con las mujeres en general. También era violento hacia su hijo, el cual tuvo “abandonado” al no ser deseado, además de tener una gran adicción a la heroína. “Era un golpeador. No podía expresarme y golpeaba. Peleaba con hombres y golpeaba mujeres”. Estas declaraciones chocan drásticamente con el mensaje de paz y amor que transmitía en sus canciones.

Michelangelo Merisi da Caravaggio: uno de los grandes pintores clásicos, con unos lienzos hip hombre hipererrealistas, iluminadas dramáticamente y con mucho cuidado en el detalle. Se sabe hoy, que su vida estaba envuelta en peleas frecuentes y su figura era la de un hombre irascible, que se pavoneaba por toda la ciudad y abusaba de la protección que le otorgaban las autoridades eclesiásticas. Su punto más bajo llegaría cuando asesinó a sangre fría a un hombre, verificado por varios testimonios. Las reyertas, las peleas arregladas y el alcohol le acompañaría el resto de su vida.

BIBLIOGRAFÍA

 

https://www.elplural.com/sociedad/cultura/separar-obra-artista_263846102

https://revistaterra.com/debemos-separar-el-arte-del-artista/

https://elfeminismo.com/metoo-movimiento/

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/02/110221_caravaggio_antecedente_criminal_pl