Subepígrafe 2.5. Industria de entretenimiento y medio de información.

En el ámbito laboral, las mujeres sufren desigualdad en cuanto al salario que reciben y las oportunidades para acceder a ciertos puestos. En España, y en el mundo en general, vemos muy poca representación femenina en los altos cargos en los que se ve una diferencia, en cuanto al número de personas, que es muy pronunciada. Este hecho, conocido como techo de cristal, es una barrera invisible con la que las mujeres se topan a la hora de intentar ascender en las organizaciones o empresas a las que pertenecen, mientras que son hombres los que ocupan puestos de más responsabilidad.

En los medios de comunicación como la televisión también se repite esta dinámica. Según las investigaciones que ha llevado a cabo el Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP), en el informe de 2021: “¿Quién figura en las noticias?” indica que las mujeres comprenden solo el 26% de los sujetos sobre los que se informa en prensa, radio y televisión, siendo la televisión el medio que cuenta con más mujeres en su plantilla, un 36%, en su defecto la prensa es el que menos mujeres incorpora, un 21%. En cuanto a los diarios digitales y cuentas de twitter, el porcentaje es del 31%. Si se analiza por sección en la que hay un claro predominio de mujeres es en la sección de Género, temas que en principio, se consideran de mujeres.

Si comparamos estos datos con los de 2015, descubrimos que el porcentaje de mujeres que trabajaba para los conocidos como medios tradicionales era del 28% mientras que para los digitales del 33%. Por lo que, actualmente la desigualdad todavía es más evidente. El paso de los años no ha conseguido que mejore, sino todo lo contrario. A su vez, si se compara con la media europea, el porcentaje de representación de las mujeres en los medios de comunicación es inferior ya que ese es del 28%.

Durante la época de mayor gravedad de la pandemia, en 2020, donde prácticamente en los medios en general y en las televisiones en particular, solo se hablaba de la covid-19, los datos indican que en España la mayoría de periodistas que contaban o escribían acerca de este tema eran mujeres, llegando a un 69% de media.

Según los últimos datos del INE que corresponden al año 2019, las mujeres del sector periodístico ganan un 17,8 menos al año recibiendo un salario medio anual de 29.099€ frente a los 35.411,35 de los hombres.

Por otra parte, la edad también es una variable a considerar cuando hablamos de desigualdad, ya que la mayoría de las noticias en las que aparecen niños, estos son varones (67%), sin embargo las niñas aparecen representadas en un 38%. En la adolescencia y juventud las cifras se vuelven más igualitarias, pero en adultos, las mujeres suman el 59% y los hombres el 75%, como sujetos informativos.

Según el último estudio de la  Asociación de la Prensa de Madrid (APM), las mujeres ocupan menos del 25% de las direcciones de los medios informativos en nuestro país. Tras analizar un centenar de medios de comunicación,se concluye con que solo 23 mujeres lideran los cien medios informativos con mayor presencia en España y solo 13 mujeres son responsables de la gestión de esos medios analizados.

Estos datos reflejan la realidad de los medios de comunicación, aunque en España las empresas con más de 50 trabajadores están obligadas por ley a contar con un Plan de Igualdad y los medios también están obligados a presentar los resultados de estos planes, para que sea efectivo.

A su vez, está demostrado que las empresas que cumplen con los Planes de Igualdad obtienen resultados más positivos y resultan más competitivas en el mercado audiovisual. Estos planes tienen como objetivo, como su propio nombre indica, buscar la igualdad real entre hombres y mujeres tanto en oportunidades como en el trato para que no sea diferenciado. Asimismo, apuestan por tartar de evitar situaciones discriminatorias de cualquier índole o acoso sexual. Los planes tienen medidas para autoevaluarse y ver que todo se está cumpliendo de forma adecuada a lo propuesto. Esto lo puede coordinar la dirección de cada empresa o la Comisión de Igualdad si es que esta existe.  

Al margen de los datos, las mujeres se enfrentan a otro tipo de desigualdades que se suman a la oportunidades, representación y salario.

La Asociación de Mujeres Cineastas y Medios Audiovisuales (CIMA), elaboró por el 8 de marzo de 2020, un documento por la discriminación observada en las televisiones y las plataformas digitales. En él declararon: “Nuestra preocupación no solo está centrada en el aspecto PROFESIONAL Y EMPRESARIAL, sino también en otro foco fundamental para la convivencia, la educación y la cultura: los CONTENIDOS”.

En el informe, se tienen en cuenta tanto la discriminación más evidente y directa, que se puede reconocer con facilidad, como la que pasa más desapercibida. A lo largo del escrito, exponen varios de los problemas laborales a los que se enfrentan la mujeres, como puede ser la conciliación de su vida personal y profesional, la promoción profesional y formación en la industria, la igualdad en los salarios, la organización, la prevención del acoso sexual y por razón de sexo o la prevención del acoso laboral.

La industria televisiva está en constante producción y la planificación del trabajo y la organización laboral no son favorables. Suelen ser puestos de trabajo que se acogen a jornadas duras, intensivas y estresantes en las que se dan unas condiciones precarias de contratación y se observa muy a menudo la desigualdad a la hora de acogerse a los horarios reducidos, por los que las mujeres que tienen hijos, se les hace muy difícil, en ocasiones, encargarse de todo. Para las mujeres sin hijos, aún así, puede resultar complicado ya que son las que se encargan principalmente de las tareas domésticas que ocupan gran parte de su día y su descanso. Incluyen la promoción profesional para acabar con las categorías segregadas y reforzar el talento de las empleadas. Reclaman igualdad en los salarios de forma indirecta en algunos casos, ya que hay situaciones en las que conceden pluses de remuneración especial que no reciben las trabajadoras por sus méritos. Respecto a este tema alegan: “Para la igualdad efectiva en la distribución de las remuneraciones, es recomendable una auto-regulación para no incurrir en discriminación indirecta”.

Inciden en la prevención del acoso sexual y por razón de sexo aportándoles a los trabajados formación para saber cómo actuar en el caso de sufrirlo, verlo o para concienciar. Opinan: “Al igual que existe en las empresas la obligación de formar en prevención de riesgos laborales, la formación en prevención de estas situaciones debería también ser obligatoria”. En cuanto a la prevención del acoso laboral en televisión recalcan que los protocolos no se cumplen de manera efectiva y que es necesario un cambio, aunque exista la posibilidad de denunciar a un juzgado.

Estas no son las únicas medidas que CIMA ofrece para denunciar un tema tan cotidiano y preocupante para nuestra sociedad como es el acoso laboral. Y yo, por ello mismo he decidido elegir este tema, para evidenciar la clara desigualdad en el ámbito laboral que padecen las mujeres, tanto directa como indirectamente. Muchas veces no se percibe porque lo tenemos muy interiorizado y se camufla a través de actitudes y comentarios machistas en los que el liderazgo del hombre se sigue perpetuando, pero las cifras no se pueden camuflar y demuestran la realidad en la que están sumergidas las mujeres.