1.3.- La aplicación de la perspectiva de género a los medios audiovisuales.

El término brecha digital hace referencia al vacío existente entre personas con acceso y conocimiento de las nuevas tecnologías, y las que no. Esta brecha digital se distingue en dos momentos, la primera brecha que hace referencia al propio acceso a las tecnologías; y la segunda, que está relacionada con las habilidades de comprensión y uso de estas.

En conjunto, sin dividir la brecha por momentos, se puede determinar también por otros criterios como los económicos, geográficos, de género, de edad o diferentes grupos sociales. Me centraré en la brecha digital de género en esta ocasión.

Tiene más sentido entender un país (mal llamado) tercermundista sin habilidades tecnológicas o con dificultades a la hora de adquirir estas tecnologías, pero nos resulta dispar el saber que una mujer pueda vivir esta brecha a día de hoy, en pleno siglo XXI, cuando las mujeres…pueden votar y todo, ¿no?

El retraso en la incorporación de las mujeres al ámbito laboral ha incidido en una diferencia en la compresión y uso de las nuevas tecnologías entre géneros. Existen a su vez tres marcadores principales en este problema:

  1. El acceso de las mujeres a la tecnología
  2. El uso que se hace de la tecnología
  3. El uso de los servicios TIC más avanzados

De hecho, según el estudio de la UCM, “La brecha digital de género:Amantes y distantes” la mayoría de las mujeres insisten en que hay factores que mantienen a muchas personas excluidas de Internet. Es decir, es verdad que el acceso es necesario, pero no suficiente. La clave parece radicar en los problemas de conocimiento y experiencia con estas tecnologías, para lo que la mayoría solicitan que se habiliten espacios para facilitar la adquisición de habilidades informáticas y navegadoras.

Almudena Ruiz Iniesta, coordinadora académica del Máster en Inteligencia Artificial de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), explica que «Seguimos viviendo en una sociedad patriarcal que se ve reflejada en los roles de género y los estereotipos. Las mujeres seguimos participando menos en el trabajo activo».

  1. ACCESO DE LAS MUJERES A LA TECNOLOGÍA

La falta de acceso por parte de las mujeres a la tecnología es en gran parte dictaminada por cuestiones económicas, de edad, o nivel de estudios. De tal forma, las personas con más edad, que presentan menores niveles de formación, son las que más barreras suelen tener con las TIC.

Otro factor importante y que tiene más aún que ver con el género es la influencia del tamaño laboral.  Las gráficas indican un mayor nivel de exclusión entre las personas que viven solas, sobre todo entre las mujeres, mientras que, por el contrario aquella es menor cuando se convive con más de una persona

Si tuviéramos que elaborar el perfil de la persona no usuaria de estas TIC, y por tanto “atrapada” en la primera brecha digital, se caracterizaría por su edad avanzada, un bajo nivel formativo, por ser pensionista o ama de casa, que vive sola (o al menos no en familia) y, por supuesto, por ser mujer.

  1. USO QUE SE HACE LA TECNOLOGIA

Generalizando y agrupando muchísimo todo, nos podemos quedar con tres diferentes usos para Internet:

  • Comunicación y búsqueda de información
  • Banca y comercio electrónico
  • Formación online

Los datos del estudio de la UCM demuestran que los hombres tienden a hacer un uso de la Red más relacionado con el ocio, el consumo o fines lúdico, mientras que las mujeres optan en mayor medida con búsquedas sobre empleo, salud o formación.

La mayor brecha digital de género se produce en la descarga de software (-34%), la lectura y descarga de periódicos y revistas (-24%), y en actividades de carácter económico (cuyo volumen de uso es en todo caso mucho más reducido) como la compra-venta de bienes y servicios (-19% y -50%, respectivamente) o la banca electrónica y las actividades financieras (-18%). Por su parte, las usuarias aventajan con claridad a los usuarios en la búsqueda de trabajo (39%), los servicios educativos y formativos (en torno al 23%) y la consulta de cuestiones de salud (25%).

  1. USO DE LOS SERVICIOS TIC MÁS AVANZADOS

Los servicios TIC avanzados de comunicación y ocio tienden a ser menos utilizados por las mujeres.

Las diferencias en los usos avanzados de comunicación se marcan especialmente en el caso del envío de mensajes a chats, grupos de noticias o foros de discusión (-31%), telefonear a través de Internet (-28%), la lectura de blogs (-21%) o las videollamadas (-14%). Es especialmente aguda también la brecha en lo tocante a los juegos, tanto a su uso en red (-58%) como a las descargas (-42%)

Si hablamos de los oficios más digitalizados, trabajos que tienen Big Data o Inteligencia Artificial como hechizos mágicos adheridos al puesto de trabajo, existe un gran desfase entre la demanda y la oferta vinculada a la creación de nuevos puestos de trabajo por la digitalización. Solo un 2% de mujeres ocupan puestos en el sector TIC, frente al 5,7% de los hombres. A este problema se le suma las fuertes brechas salarial entre hombres y mujeres, en la que los hombres cobran un 8,9% más que las mujeres en su misma posición, y el techo de cristal que frena el desarrollo profesional de las mujeres en el sector TIC. De hecho, el porcentaje de investigadoras en el sector de servicios TIC se reduce al 23,4%, un dato muy bajo.

En conclusión, sunque el volumen de población usuaria de Internet ha aumentado de forma considerable en los últimos años, el porcentaje de mujeres internautas está todavía por detrás del correspondiente a los hombres. Aunque solo haya tenido en cuenta el acceso, su uso, o el uso de TIC avanzadas existe aún un problema en el trasfondo de la red: las aplicaciones que están a la cabeza del desarrollo en Internet.

Si esas aplicaciones no están diseñadas para el apoyo y aprovechamiento del 50% de la población, constituyen una barrera para la igualdad de género. De hecho, la misma existencia de esta brecha pone en cuestión un modelo de Internet que, por no considerar suficientes elementos de inclusión, tenderá al fracaso y la no sostenibilidad.