1.2. El enfoque cultural aplicado a los medios audiovisuales y su contextualización histórica
Han pasado más de 3 años desde que el movimiento #MeToo comenzó a extenderse de manera viral a través de internet cuando las denuncias por abusos sexuales contra el productor de cine Harvey Weinsten continuaban en aumento desentrañando de una vez por todas la basura que Hollywood llevaba escondiendo y silenciando durante muchos años desde entonces más de 200 hombres en posiciones prominentes han sido señalados gracias a mujeres que se han atrevido a dar el paso al frente y levantar la voz contra semejantes “personas”.
Ojalá en la década de los años 50 hubiese existido Twitter porque entonces el movimiento habría comenzado mucho antes. En enero de 1953 un número de Motion Picture and televisión Magazine incluía un artículo que quizás en aquella época pasaría desapercibido titulado “Los lobos que he conocido”, cuyo contenido de haberse publicado hoy en día nos hubiera llevado las manos a la cabeza y estaría en boga y en boca de todos los medios de comunicación. La autora de aquella columna era la gran Marilyn Monroe una Marilyn cuya carrera aún no la había consagrado como estrella que conocemos hoy pero que ya venía catapultada con películas como Los caballeros las prefieren rubias, Niagara o Cómo casarse con un millonario, además de sus trabajos como modelo en diferentes revistas.
Pero lo único llamativo no fue el título. Lo que más da para hablar es escuchar a una Monroe desde lo más recóndito de sus adentros, una denuncia en primera persona contra aquellos que se habían interpuesto en su carrera. “Hay muchos tipos de lobos. Algunos son siniestros otros son simplemente idiotas que se divierten tratando de conseguir algo a cambio de nada y otros directamente lo convierten en un juegos”. De esta manera tan directa y tan desgarradora la autora y actriz comenzaba la cruzada que dura hasta la actualidad.
Es cierto que Marilyn luchó durante muchos años antes de convertirse en la estrella que hoy es considerada cuando vio de primera mano cómo funcionaba el negocio del cine. Dos años antes de aquel fatídico 4 de agosto de 1962, el año de su muerte, en una entrevista la actriz explicaba cómo el sexo era parte del séptimo arte: “Cuando comencé a actuar era como parte del trabajo y si no seguías había 25 chicas que sí lo harían”.
Pese a cualquier controversia convertirse en una estrella no facilitó las cosas. En 1946 con tan solo 20 años, Monroe firmó un contrato con 20th Century Fox, uno de los grandes saltos de su carrera. Apenas pasó un año cuando firmó un nuevo contrato con Columbia Pictures para participar en el musical las chicas del coro. Por aquel entonces ya se las empezaba a ver con grandes productores que llegaban en sus Porsche a la oficina y prometían lo imposible. “Sabes que cuando un productor llama a una actriz a su oficina para discutir un guion eso no es todo lo que tiene en mente”, con estas palabras Marilyn retrata la realidad de su época en su autobiografía. “Me he acostado con productores sería una mentirosa si dijera que no”. Pero Monroe aprendió a manejar los lobos. “Había muchos. No cogía su dinero pero seguí viajando en sus limusinas y sentándome a su lado en lugares elegantes. Siempre existía la posibilidad de que un trabajo y no otro lobo pudiera llegar”, exponía la actriz (con un par de narices, si se permite la expresión).
Retomando aquella carta que escribió Monroe con apenas 27 años en 1953, en la ya relataba entonces algunos episodios violentos con personalidades de Hollywood sin dar nombres, un famoso director se acercó hacia ella una noche de fiesta ella lo rechazó y él la siguió hasta golpearla con la puerta y suplicar hablar con ella. Pero esta tampoco fue la primera vez que alguien le ponía las manos encima. Otro hombre, mientras estaban sentados al lado metió su mano en la carne de la pierna de Marilyn diciendo que le gustaban “las chicas en las que se podía sentir el hueso”. Otro caso fue el que ocurrió después de su prueba de pantalla para Columbia Pictures cuando Monroe afirmó que el director, que estaba casado, Harry Cohn la invitó a hacer un viaje con él en su yate. Ella respondió que solo iría si la esposa de con también iba. Al final le acabó cancelando el contrato la historia es casi idéntica algunas de las acusaciones que se hacen hoy.
Por lo tanto, ¿hemos evolucionado o tan solo ha pasado el tiempo arrastrando los estratos machistas presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad tanto en el cine como en cualquier otro ámbito de la vida?.
Bibliografía:
https://elpais.com/noticias/marilyn-monroe/
https://www.65ymas.com/sociedad/cultura/5-8-aniversario-muerte-marilyn-monroe_6417_102.html