5.4.- Multimedia e internet: arte digital, videojuegos

Las redes sociales se han convertido en un arma de doble filo para el siglo XXI. Al igual que sucede con todo en la vida, este nuevo mundo digital en el que nos encontramos sumergidos tiene cosas buenas y no tan buenas. Y es que, a menudo, no todo es tal y como estas muestran: casas de lujo, ropa cara, pieles y cuerpos perfectos y los “likes” o “me gusta”, que nos hacen creer que podemos ser más o menos aceptados, mejores o peores.

Sin embargo, también pueden convertirse en grandes aliadas yendo mucho más allá de ser meras plataformas en las que interactuar, subir fotos y compartir tu día a día.

Muchos movimientos sociales han surgido y se han lanzado a la calle en formas de protesta y manifestaciones multitudinarias gracias a la repercusión que han tenido en las redes y su difusión. En ocasiones es un tema que ha salido en otros medios como la televisión o la radio, pero que muchas personas a su vez han comenzado a compartir y denunciar en sus perfiles originando quedadas en las que reivindicarse.

Esto lo vimos en Túnez, tras la caída del régimen del dictador Ben Ali tuvo lugar un movimiento en otros países como Túnez, Egipto, Yemen y Argelia, conocido como la Primavera Árabe. Esto fue posible gracias a Facebook, que acabó convirtiéndose en el medio por el que se convocaron protestas contra el vicepresidente de Egipto, Hosni Mubarak y también fue la vía de información para el pueblo puesto que entonces muchos medios eran censurados.

Otro de los movimientos más conocidos es el de “Me Too”. Aunque se popularizó en el año 2017, realmente es el 2006 cuando Tarana Burke crea Just Be, una organización cuyo objetivo es apoyar a las víctimas de acoso y abuso sexual en la que se comienza a utilizar el reconocido hashtag #Metoo. Pero, tal y como he citado anteriormente, años después es la actriz Alyssa Milano la que vía Twitter les dice a sus seguidores: “si has sido abusada o acosada sexualmente, escribe #Metoo en respuesta a este tweet”.

Un gesto tan sencillo como escribir un tweet provocó más de 60.000 respuestas desatando un movimiento internacionalque dio paso a infinidad de testimonios hasta entonces desconocidos de víctimas de abusos y violaciones.

Y como olvidar el Black Lives Matter, movimiento que nació en 2013 gracias también a un hashtag en redes sociales, tras el caso del asesinato del afro estadounidense Trayvon Martin a manos del agente George Zimmerman en Florida. Esta organización tiene como objetivo: «Trabajamos para un mundo donde las vidas de los negros ya no sean sistemáticamente objetivo de muerte». Y es que después de ese violento asesinato y la absolución de Zimmerman, en 2014 ocurrió otro tiroteo que se cobró la vida del también afroamericano Michael Brown. La unión de ambas causas supuso un gran impulso para este movimiento, que llegó mediante la utilización de los hashtags en redes sociales a todas las partes del mundo. Desde entonces, se han manifestado siempre en contra de las muertes de estadounidenses de orígenes africanos, cuya gran mayoría ha sido por parte de agentes de la ley.

De este modo se ha extendido de forma global gracias a su presencia en las plataformas y con una de las muertes más recientes, la de George Floyd, que aportó todavía una mayor visibilidad a la causa y redes como Tiktok, Twitter o Instagram se hicieron eco gritando que “las vidas de las personas negras sí importan”.

Estos son solo algunos de los ejemplos de las grandes movilizaciones que se consiguen mediante las plataformas, que además también sirven para desvelar las caras ocultas de muchas causas y como vía de escape para muchos de nosotros. En ellas podemos encontrar a personas que estén pasando por las mismas situaciones, hacer un equipo y conseguir el apoyo de gente que, al enterarse de la verdad, decide estar a nuestro lado. Así, un problema que en principio únicamente parece afectar a uno, se convierte en la causa de todos.

Además, según nuestros gustos, decisiones, ideologías…existen miles de perfiles distintos que hacen publicaciones destinadas a un determinado o amplio público, como podrían ser el colectivo vegano, protectoras de animales, cuentas que denuncian como portavoces de ciudadanos hechos que tienen lugar en determinados pueblos o ciudades, incluso de contenido feminista que denuncian casos de acoso vistos en redes, así como los que han causado mayor revuelo. Estas cuentas, comparten su contenido para dar mayor visibilidad a temas que a menudo son tabú, de los que no interesa hablar. Promueven igualmente marchas y organizan concentraciones de repulsa para denunciar públicamente todo lo que acontece.

Como reflexión, es cierto que a menudo las redes sociales se convierten en una burbuja que puede fácilmente y a golpe de “click” difundir informaciones falsas y sin contrastar que confunden e incrementan la desinformación de los usuarios. No obstante, hemos sido testigos de todo lo que también han logrado, de las luchas que han surgido a través de ellas, de los cambios en la sociedad que, aunque sea poco a poco, se han ido consiguiendo.

No son un enemigo, son una herramienta que, utilizada de manera inteligente y correcta, nos impulsa hacia un futuro mejor.