4.3.- El documental. Tipos de documentales. El documental como documento cultural.

Ciclistas por casualidad es un documental dirigido por Silvia Gottardi que se puede ver en Netflix y tiene una duración de 67 minutos. Las protagonistas de este documental son Linda Ronzoni y Silvia Gottardi, y van acompañadas de Ramona Linzola y Simona Pezzano que les ayudan con la grabación y la logística.

Estas realizan un recorrido que les obliga a enfrentarse a sus límites, comprender sus puntos fuertes y débiles y poner a prueba su relación. Un viaje en bicicleta desde México hasta Canadá, 4.418Km y 60 mil metros de desnivel por la cresta de las montañas rocosas, entre naturaleza virgen y animales salvajes; añadiendo además la dificultad de hacer la ruta sin GPS, ayudándose con mapas para así conseguir un carácter más aventurero y especial.

La Great Divide Mountain Bike Route (GDMBR) es la ruta fuera de pavimento más larga del mundo, diseñada y construida en 1997 por la Adventure Cycling Association, la principal organización estadounidense para la promoción del cicloturismo. Esta separa las aguas del océano Pacífico de las del océano Atlántico y es una ruta mítica que ha inspirado a miles de aventureros y deportistas.

A tan solo 4 minutos de empezar el documental Silvia dice: “La gente piensa que los grandes retos y aventuras son solo para hombres, pero en resistencia y tenacidad las mujeres no somos menos”. De hecho, este proyecto ‘Ciclistas por casualidad’, nace para servir de ejemplo a otras mujeres, como diciéndoles: “Intentadlo, sed aventureras, sed libres”, indica Silvia.

El documental tiene planos increíbles de la naturaleza en puro estado con su flora pasando por zonas geográficas muy diferentes desde valles de ríos hasta bosques de montaña, desde pastizales abiertos hasta desiertos, como el de Chihuahua e incluso parques nacionales como Glacier, Yellowstone y Grand Teton. Además de la fauna, como ciervos, gacelas, marmotas, alces, osos pardos y zorros. Gracias a su estructura consiguen que el espectador se sienta como parte de la historia, inmerso en ella; que sienta las sensaciones de las protagonistas, el agobio por la lluvia, por perderse, la satisfacción de llegar a una meta propuesta, de conocer gente nueva con la que compartir parte de la experiencia, entre otras muchas cosas.

Una de las partes que más permiten reflexionar llega 12 minutos después cuando Silvia dice:  “Venimos en bici para defender el empoderamiento de la mujer” y pregunta: “¿Crees que la bici es el medio adecuado para que las mujeres defiendan el empoderamiento de la mujer?”

Estas dos aventureras, Silvia y Linda, tienen como objetivo darle la confianza suficiente a las mujeres para que salgan y tengan confianza en sí mismas para hacer esos viajes solas, pedalear, correr, visitar regiones lejanas… Ya que, como afirman en el documental, pueden hacerlo todo solas.

Además de este documental, tienen un blog donde comparten sus escapadas y aventuras a través de otros vídeos e incluso un libro. Nada más entrar al blog se puede leer: “We cycle towards women empowerment” y “We love bikes because they are democratic, free and sustainable”.

En este blog también mencionan las historias de las grandes exploradoras y aventureras del pasado, donde hablan de que las personas crecemos creyendo que los grandes exploradores eran solo hombres, creyendo que las mujeres debían quedarse en casa para cuidar a los niños y ocuparse de las labores domésticas, pero no es así. En 1700 Jeanne Baret circunnavegaba el globo terraqueo disfrazada de hombre, en 1800 Annie Londonderry recorría el mundo en bicicleta y Amelia Earhart en avión. Hablan de seguir siendo esa niña que aprendió a andar sin ruedas, ser cada niña del mundo en el momento exacto en el que encuentra la valentía para correr tan rápido como el viento, ser Alfonsina Strada la primera vez que se sintió dueña del mundo con el viento en la cara. Pero, ¿quién es Alfonsina Strada?

Alfonsina Strada

 

Desde que Silvia y Linda crearon el proyecto Cicliste per Caso, Alfsonina ha servido de inspiración para ellas. En 1924, Alfonsina fue la única mujer que corrió el Giro de Italia masculino, una mujer fuerte que superó los prejuicios de la sociedad para perseguir sus sueños, convirtiéndose así en una de las pioneras de la participación femenina en el deporte y un símbolo del empoderamiento de la mujer.

De hecho, estas dos italianas, Silvia y Linda, decidieron homenajearla en dos de sus salidas (de Milán a Catania en 2016 y de Bari a Milán en 2019) para así centrar la atención en los derechos de la mujer. Durante estas escapadas conocieron gente a la que le hablaron sobre el empoderamiento de la mujer a través del arte, el cine, la música, el teatro, el deporte…

Pero, no hay que irse muy lejos en el tiempo para encontrar a mujeres como Alfonsina. Estos días en las noticias se podía ver como Safiya Alsayegh, una estudiante de diseño gráfico y ciclista profesional de 20 años, se ha convertido en la pionera que compite con hiyab y las piernas y brazos tapados. Hay quienes no comprenden que una mujer musulmana sea ciclista profesional y quienes no ven bien que compita con hiyab y piernas y brazos tapados, pero ella se esfuerza en seguir pedaleando y así hacer frente a todas las personas que la critican. Safiya espera lograr muchos de sus objetivos en el futuro y, sobre todo, ser una inspiración para las niñas de su país.

Mujeres como Jeanne, Annie y Amelia consiguieron que el género femenino conquistase un nuevo terreno al que antes no tenían acceso, al igual que actualmente lo está haciendo Safiya, ya que pertenece a una cultura donde este acceso no es el mismo que en otras culturas y lugares.

El ciclismo actualmente considero que no está muy desigualado. Es cierto que en el ámbito profesional los ciclistas siguen ganando más que las ciclistas, pero la Unión Ciclista Internacional se ha encargado de que la brecha sea mucho menor, pudiendo llegar a acabar con esta brecha salarial en algún momento. El salario mínimo de las corredoras ha aumentado un 25% de 2020 (15.000€) a 2021 (20.000€), y seguirá mejorando este 2022 con el objetivo de llegar a 27.500€ (el mismo que para los ciclistas masculinos de la Unión Ciclista Internacional ProTeams) y en 2023, será de 32.100 €.

 

El ciclismo femenino y masculino es diferente, pero no por ello tiene que ser desigual, estando uno por encima del otro. ¿Por qué es diferente? Genéticamente los hombres y mujeres somos diferentes y es por ello que es necesario dividir en dos, sobre todo en competiciones. El problema llega con la desigualdad. El ciclismo, al igual que nuestro día a día y otros muchos deportes, viene influenciado por la sociedad machista.

 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el deporte es muy diferente cuando hace referencia a lo profesional, ya que deja de ser un deporte para convertirse en un negocio-espectáculo. Y aquí es cuando llega el dilema de la cantidad de carreras femeninas disputadas, su visualización y fama tanto del evento como de las participantes, de los premios y cantidades de dinero recaudadas… Un ciclista masculino gana más porque produce más espectáculo, es decir, tiene más expectación. Esto se puede comprobar preguntado un día por la calle a gente que sepa poquito de ciclismo; pedirles que nombren a algún ciclista y antes que una mujer, lo más seguro es que la mayoría nombren a hombres como Valverde, Enric Más, David Valero, Pogacar, Roglic… Pero será raro que digan Alicia González, Sara Martin, Rocio García, Pauline Ferrand, Emily Batty…

 

Pero todo está evolucionando, anteriormente ya se ha hablado del salario de las mujeres y su mejora, pero en cuanto a grandes carreras femeninas cabe destacar la llegada en este julio 2022 de la primera edición del Tour de Francia femenino que comenzará poco antes de la llegada del Tour masculino a los Campos Elíseos y compartirá meta con ellos, aunque a una hora más temprana. Que el Tour masculino y femenino coincidan en meta no es casualidad, de esta manera aprovechan la fuerza mediática del Tour masculino para atraerla también sobre el femenino.

 

En el aspecto menos profesional del ciclismo, el ciclismo como hobby, también sigue habiendo pensamientos, comportamientos y aspectos de desigualdad, pero la diferencia entre hombre y mujer es mucho inferior a la del sector profesional. Hay quienes no ven chicos o chicas, si no que en una salida ven compañeros ciclistas. En el ciclismo, cuando tienes una avería te ayudan personas que no conoces y cuando te cruzas con otros ciclistas estos saludan independientemente de quién seas, solo por el hecho de ser ciclista. Sería ideal poder extrapolar a la sociedad los valores de este mundillo donde las personas son personas y no hay géneros, ni sexo débil, ni fuerte.

 

Aun así, no todo es de color rosa. Sigue habiendo comentarios por parte de una minoría que sigue muy influenciada de la sociedad machista mencionada arriba, hombres que ponen excusas y no saben aceptar que una chica puede tener un nivel mayor y puede adelantarle. Sabemos que es una minoría, pero no por eso podemos dejar que pase desapercibida.

 

Como ciclista que vive el ciclismo como hobby en primera persona he de decir que en ningún momento me he sentido inferior. Cuando estoy encima de la bici me siento ciclista, nada más. Pero sí que es cierto que una recibe comentarios que a veces se pregunta si los recibiría también si fuera un chico, comentarios dónde se pone en duda la capacidad para hacer una subida, una senda, una ruta…; recomendaciones de no ir sola porque seas chico o chica es peligroso, pero al ser chica es mucho más peligroso… Es cierto que lo último dicho tiene una parte de razón, pero esto es por culpa de la sociedad machista que ya se ha mencionado otras veces y, sobre todo, por culpa de la gente que hace que sea peligroso para una chica salir sola.

 

Por otro lado, no son todo comentarios malos. A veces una se pregunta si los ánimos que recibe cuando está, por ejemplo, subiendo una cuesta complicada los recibiría si fuese un chico. Es cierto que soy una ciclista joven, entonces el adjetivo de joven también influye en lo sorprendida que puede quedarse la gente o en los ánimos que dan, pero siempre tiendo a pensar si el ‘¡Vamos máquina/campeona, te queda nada!’ también lo recibiría si fuese un chico, ya que hay otros comentarios como ‘¡Arrea que es una chica, qué máquina!’. Tampoco quiero darle más importancia de la que tiene porque estos ánimos en parte me alegran, me motivan; es como pasa en las carreras cuando los espectadores están en una pendiente dificilísima y los ciclistas consiguen sacarla con buen ritmo gracias a los gritos, aplausos y mensajes de motivación que reciben de este público.

 

Para concluir, decir que me alegro de haber elegido este documental. Gracias a este análisis he descubierto mujeres históricas dentro del mundo del ciclismo, junto con mujeres de la actualidad. Pero lo más importante es que he aprendido y me ha hecho reflexionar. La razón por la que decidí hacer esta entrada fue porque nada más ver el documental me vinieron a la cabeza cosas que se habían dicho en clase y vi claro que podría encajar perfectamente con lo que me pedían analizar.