3.5. La radio hoy. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC).

Antes de la llegada de la televisión, la radio era considerada el mejor método de entretenimiento de una familia. En España, en los años 40, la radio era la principal fuente de noticias, la que divertía con historias interesantes y la única que podía retransmitir música. Por esas fechas la oferta radiofónica sufrió un gran auge dentro de la industria de la comunicación, sobre todo entre las mujeres, ya que la mayoría de ellas pasaban mucho tiempo en casa y la radio era la única de amenizar esas jornadas pesadas de trabajo. Además, por las tardes, en sus pocas horas de descanso, mientras cosían o planchaban, las radionovelas o concursos le hacían no sentirse sola a aquellas amas de casa.

¿CÓMO EMPEZÓ TODO?

Por esas fechas el matrimonio catalán formado por José Fradera y Francisca Elena Bes Calbet tuvo la idea de lanzar un programa de radio para publicitar una serie de cosméticos de belleza creado en 1940. Debido a la buena relación que tenia esta pareja con el director de Radio Barcelona, Ramón Rabat, les surgió la posibilidad de emitir un programa publicitario con formato de consultorio. El proyecto era bastante simple: consistía en dar consejos de belleza para las oyentes a través de la recomendación de sus productos. En 1947 se emitió el primer programa con el nombre de “Consultorio de Elena Francis”. Posteriormente, el programa pasó a emitirse en Radio Peninsular y en Radio Intercontinental.

Desde los inicios del programa las respuestas a las consultas de las mujeres las redactaba un equipo de guionistas, que siempre tenía el mismo objetivo: recomendar un producto a través de una recomendación estética elaborada; esta labor quedó asignada al periodista Juan Soto Viñolo desde 1966, que, al finalizar las emisiones, reconoció que llegó a inventarse las cartas para aumentar los datos de audiencia. En cuanto a las locutoras que prestaron su voz a Elena Francis, la primera fue María Garriga, sustituida luego por Rosario Caballé. Aunque la más conocida y longeva en el personaje fue Maruja Fernández.

¿QUIÉN ERA ANA FRANCIS?

En el panorama de la comunicación nacional, este programa de radio se consideraba un bote salvavidas de miles de mujeres que buscaban salida a una angustiosa existencia. El consultorio recibía cada día miles de cartas en las que las oyentes pedían consejo, ya sean

con problemas domésticos, amorosos, relaciones de pareja… todo lo que afectaba a la vida de las mujeres de aquella época. De las miles de cartas recibidas, se escogían siete que eran respondidas durante la media hora que duraba el programa.

Para muchas mujeres de aquella época, Elena Francis era un pozo de sabiduría, aunque la realidad era bien diferente: Elena Francis no existía, era un personaje de ficción. La creadora fue su primera guionista, Ángela Castells, miembro de la sección femenina de Falange y del Patronato de Protección de la mujer. Sus “consejos” fueron radiados con las voces de las locutoras María Garriga, Maruja Fernández y Rosario Caballé

Con el tiempo las consultas pasaban de ser historias baladís a historias más serias. Estas eran cada vez más desgarradoras, auténticos dramas personales que abordaban temas tan terribles como el maltrato físico, el incesto y los embarazos no deseados. Las cartas con los casos más delicados eran señaladas por el equipo de guionistas para que recibieran un consejo más personalizado, aunque en la misma línea del programa.

Durante 36 años las respuestas del consultorio fueron invariablemente de una ideología y moral conservadoras sobre el modelo de la mujer, madre y esposa del franquismo, siempre sumisa. Por tanto, cada vez que las mujeres presentaban casos de violación, maltrato, impotencia o infedilidad, el consultorio recomendaba a las mujeres abnegación, aguantar, mirar para otro lado, tener paciencia y esperar a que las cosas cambiasen o sacrificarse por los hijos y la familia.

Respecto a homosexualidad, según Francis, era «un trastorno que las esposas podían remediar». Así, a una mujer que comprueba que su marido es homosexual y va a bares de gais, el consejo fue: “no hacer demasiado caso de los rumores. Compórtese como si no hubiera ocurrido nada, con el fin de que su esposo recobre la confianza perdida. Extreme sus atenciones, pero sin que él advierta nada. Cree un grato ambiente en la casa para que él no sienta la necesidad de salir”.

JUSTIFICACIÓN DE LA ELECCIÓN DE LA ENTRADA

He elegido este tema porque creo que combina dos cosas que tienen que ver con lo que estamos dando en clase: los medios y el feminismo. En este consultorio se aprecia que por esa época el tema de la violencia de género o el tema de las infidelidades era un tema tabú, por lo que todas las consultas relacionadas con esos temas siempre recibían respuestas propias de los derechos de la mujer en el franquismo. Desde mi punto de vista, creo que era un programa que entretenía a las mujeres, pero no les ofrecía ninguna ayuda porque los consejos no iban en su beneficio, sino en contra de su libertad.