3.7. La radio hoy. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC). La radio en Internet.

“La risa es una cosa súper liberadora, y se le ha privado a las mujeres muchísimo. En España no hemos tenido referentes las que nos queríamos dedicar a ello”, manifiesta la cómica madrileña Victoria Martín, copresentadora, junto a la también humorista gallega Carolina Iglesias, del exitoso podcast Estirando el chicle.

Juntas se han convertido en dos de las caras más reconocidas e idolatradas de la nueva generación de la radio española. Sin embargo, su programa ni siquiera se emite en una cadena de radio líder: lo hace a través de plataformas digitales, como Podium Podcast, Apple Podcast, Ivoox y Spotify, donde no baja del Top 3 de podcast más escuchados en España.

Estirando el chicle nace durante el confinamiento por la COVID-19 en mayo de 2020 con unos medios muy alejados de los que posee un estudio profesional: el programa, autofinanciado, se grababa a través de Zoom y se emitía en el canal de YouTube de Carolina Iglesias. Menos de dos años -y 65 episodios- después, las cómicas llenan teatros y estadios por toda España con sus espectáculos en directo, y celebran un Premio Ondas al mejor podcast.

¿A qué se debe su éxito?

Dirigidas a una audiencia mayoritariamente femenina -el 84% de sus oyentes son mujeres- y juvenil, Estirando el chicleha roto barreras en el mundo de la comunicación.

Este espacio ha permitido a las cómicas y a sus invitadas, que varían desde influcencers a cantantes, periodistas o personajes públicos, tratar temas tabúes con total libertad y sin filtros, como la salud mental, la falta de educación sexual en las escuelas, el bullying o la menstruación. Temas que seguramente no se habrían tocado en un programa de televisión en prime time, donde predominan los late nights presentados por hombres, donde se practica un humor políticamente correcto.

Ellas, que definen su producto como “una charla entre mujeres sin línea editorial, un lugar seguro en el que la comedia no está dirigida a contentar a los hombres”, son conscientes de que su éxito se debe a los beneficios que ofrece el podcast: la democratización de este tipo de contenidos gracias a Internet, su coste cero, y la naturalidad que ofrece la improvisación en un formato tan extenso.

A menudo, Victoria Martín y Carolina Iglesias aprovechan su exposición para denunciar la escasez de referentes femeninas que encuentran en una escena humorística española donde, con 40 años, desaparecen del foco mediático y quedan relevadas a papeles secundarios. No piden admiración por la popularidad que están cosechando, sino respeto por el trabajo que realizan.

Un futuro esperanzador

Aludiendo a la periodista feminista estadounidense Gloria Steinem, que definía la comedia como una forma de libertad para la mujer; las nuevas formas de comunicar invitan al optimismo de cara a que las próximas generaciones puedan encontrar en los podcasts un mayor número de mujeres cómicas referentes. Y es que, más allá de Estirando el chicle, la presencia femenina en este ámbito es mucho mayor que en otros sectores de la comunicación.

Es ahí donde también aparece el nombre de Deforme Semanal Ideal Total, otro podcast feminista galardonado con un Ondas. Presentado por Isa Calderón y Lucía Litjmaner y alejado del mainstream, se trata de un espacio creado en 2016 donde la cultura se muestra desde un punto de vista distinto al convencional. Alejadas de lo estrictamente actual, Isa y Lucía hablan de cine, teatro o literatura, y tratan de poner en valor a las voces de mujeres que se han silenciado a lo largo de la historia.

Otro proyecto de podcast que no puede pasar desapercibido es el programa Saldremos mejores, dirigido por Nerea Pérez de las Heras e Inés Hernand, una de las comunicadoras de moda en el país. Estrenado hace unos meses, se define como un “podcast de actualidad sociopolítica contada con gracejo que trata cuestiones que nos afectan a diario como ciudadanos”. Dirigido a un público masivo, Saldremos mejores trata de hacer entender a cualquier persona, a través de metáforas y comparaciones, temas de actualidad complejos, como la reforma laboral o el conflicto entre Rusia y Ucrania.

En cualquiera de estos casos, es evidente que el crecimiento del formato podcast y el contenido bajo demanda de los programas ha sido clave para que el talento de estas comunicadoras, cómicas y/o periodistas pudiera salir al escaparate en una escena donde, muy probablemente, hubieran quedado relegadas a un segundo plano. El podcast está aquí. Ellas, también.