1.3 La aplicación de los medios audiovisuales a la perspectiva de género
Dentro de su función didáctica no considero que sea necesario que el objetivo de una película sea desarrollar un contenido histórico, ético o filosófico para que ésta pueda ser empleada en las aulas. Cualquier película se sitúa ella misma en un escenario espacial y temporal que a su vez evoca marcos espaciales y temporales concretos desde las diferentes percepciones de la sociedad, cultura o autor determinado. Esto lleva a poner de relieve la multiplicidad de variables que ofrece el cine como objeto didáctico. Sin embargo, que el cine cuente con la ventaja de la multiplicidad de variables no exime al docente de realizar un estudio concienzudo de cuales son aquellas películas que mejor se adaptan a lo que se quiere enseñar.
De esta manera se podría decir, que el cine encierra en sí mismo un enorme potencial formativo si se utiliza con un método pedagógico adecuado. Se convierte así en un valioso recurso para entablar las bases de formación cultural de los niños y jóvenes y orientarles en temas como el materialismo desenfrenado que reina este siglo XXI, la violencia, la promiscuidad sexual, el consumo de alcohol y drogas… Pero lo que es todavía más preocupante y necesita prestarle más atención es el auge que ha tomado el patriarcado, el mismo que no entiende el verdadero significado del feminismo, que brota de las alas del pasado. Ese aspecto es el que mayor atención necesita en el terreno del cine. El producir películas que enseñen esos valores y no inciten a seguir la costumbre “por los siglos de los siglos”.
Jesús Ramé, Dr. en Filosofía y profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos plantea algunas preguntas sobre la educación que nos presta el cine: “¿Existen películas educativas? ¿O lo educativo es el tipo de acercamiento?”. Y yo después de leer esto pienso, ¿sería lo mismo Pretty woman contado desde una perspectiva en la que no fuese la mujer la prostituta y el hombre el héroe salvador que la rescata de las garras de su profesión?
Sabemos que, desde los orígenes de la imagen en movimiento, surgió la pregunta en relación a la existencia de un cine educativo. Este nuevo medio permitía ver con precisión el vuelo de un pájaro, el crecimiento de una flor o revertir el sentido del movimiento en las acciones del ser humano. Un medio que nos daba una nueva forma de mirar el mundo, que a veces se acercaba a la ciencia y otras a la magia.
En la actualidad, las familias y los docentes se han visto desbordados por este paso de la imagen en movimiento en un cine a las pantallas como dispositivos de uso cotidiano. Sin embargo, también ha colocado al séptimo arte y sus películas en un espacio más valorado y del que no se cuestiona su interés artístico y ético. Esta posición del cine nos hace reflexionar sobre el significado de la educación dentro de este medio, el cual puede responder a diferentes inquietudes.
Algo en lo que podemos estar todos de acuerdo es en que el séptimo arte refleja los conocimientos a los cuales ha llegado el ser humano, que nos descubre mundos desconocidos reales (‘Campeones’) o de ficción (‘Avatar’), que se presenta como modelo de comportamientos y que nos ayuda a ver el mundo con una sensibilidad nueva. En este sentido podríamos decir que la experiencia cinematográfica es una práctica educativa. El cine, por lo tanto, educa, pero cómo y dónde educa.
No debemos olvidar que uno de los principales problemas de la sociedad actual, que afecta directamente a los niños y que se hace patente desde edades muy tempranas, agravándose durante la adolescencia, es la ausencia de determinados valores humanos y sociales que son necesarios para una convivencia pacífica y cuyo fomento es una prioridad en educación, en este mundo cada vez más convulso (crisis económica, revueltas sociales…).
Esto provoca malestar en los padres, educadores y la sociedad en general, que no sabe cómo afrontar y resolver este problema, y el cine puede resultar un elemento muy válido para transmitir y fomentar la recuperación de ciertos valores dentro del ámbito educativo.
Hoy en día es habitual que los niños vean películas en la escuela. En ocasiones estas prácticas son beneficiosas y productivas para los alumnos, como, por ejemplo, ver películas en inglés con subtítulos en este idioma para mejorar la pronunciación, el vocabulario, enseñar buenos valores sobre la amistad…; pero, en ocasiones, únicamente sirve para rellenar huecos, ya sea en las horas de tutoría, por ausencia de algún profesor, o en las fechas previas a las vacaciones. Pero ¿para demostrar el cómo y el por qué vivimos en una sociedad profundamente sumida en el patriarcado que arrastramos desde la aparición del primer ser vivo de la Tierra, y el cómo podríamos educar a las futuras generaciones a promulgar dichas conductas? Para eso, por desgracia, no tenemos solución a día de hoy ni en las aulas ni en los hogares.
En conclusión, voy a plantear una pregunta:
El cine tal y cómo lo conocemos hoy, ¿nos educa o nos maleduca? Fácil de contestar, ¿verdad? La sociedad vive asumiendo los patrones que le vienen dados. Tiene asimilado el concepto de “media naranja”, la búsqueda de ese príncipe azul que pinta la vida de color de rosa (y si no la pinta el la pinta la mujer que se autoengaña para seguir la profecía), el arraigado pensamiento machista que tiene tantísimos estratos en nuestros días. Todo eso desemboca en educar borregos y borregas que pasan por alto y normalizan algo tan grave y dañino como es el patriarcado.
Basado en el epígrafe 1.2. El enfoque cultural aplicado a los medios audiovisuales y su contextualización histórica
https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/cine-herramienta-pedagogica/
https://www.ocendi.com/educamedia/la-importancia-del-uso-del-cine-como-medio-educativo-para-ninos/
https://educomunicacion.es/cineyeducacion/cineeducacion.htm
https://hombreraracriatura.blogspot.com/2011/08/el-cine-nos-educa-o-nos-maleduca.html
https://cineduca.org/leer-el-cine/