5.2. Multimedia e Internet: arte digital, videojuegos.

En los últimos meses todos hemos oído hablar del criptoarte. Ya sea amigos, compañeros de clase o trabajo, alguien en internet, la televisión o cualquier otro medio. Seguro que has escuchado a alguien decir que los NFTs (Non-Fungible Tokens) son el futuro y tienes que invertir en ellos, “son el arte en su mayor expresión”. Pero realmente, ¿Cómo funcionan? ¿Qué ha hecho que todo el mundo hable de ello? Y lo más importante, ¿Qué problemas puede presentar este criptocoleccionismo y qué tiene que ver con el arte?

Pues bien, los Non-Fungible Tokens, (activo no fungible) son unos tipos de archivos que no pueden ser modificados, son “únicos”. Según explican los cripto artistas, una obra de arte, como un Picasso del que pueden existir muchas copias, pero solo hay uno que es el original. Viene a ser algo como un artículo de colección de forma digital. Por lo general en los catálogos digitales, estos productos tienen varias categorías (tokens): común, raro, legendario y ultimate, como si de un videojuego se tratase. Además, esto es lo que dictamina la exclusividad y por ende su precio.

Los NFTs se conocen como criptoarte por su naturaleza y porque pueden ser comprados y vendidos, como una propiedad tangible (sin serlo). Hay diversos marketplaces que se encargan de gestionar la compraventa de “cripto obras de arte”. Un ejemplo de esta es Rarible donde vendedores particulares subastan sus obras. Aunque también hay páginas o tiendas específicas de un tema como por ejemplo el Top Site oficial de la NBA, donde se comercializan .GIFs con las mejores jugadas de la historia.

¿Cómo se compran? Esto depende de donde y qué compres, si eres el primer comprador o no… Generalmente, los NFTs son un método de acceso a criptomonedas, en concreto la divisa Ethereum, la segunda más importante después del bitcoin y la principal con la que se pueden comprar y vender estos productos. Para ello hay que conectar un wallet/monedero de criptomonedas y desde ahí el Marketplace (enlazado a una blockchain que hace imposible su falsificación) gestiona las compras y las ventas.

Por si no sabes como funcionan las criptomonedas te haré un resumen rápido. Una criptomoneda es un bien de intercambio digital basado en la criptografía, y tiene categoría de moneda porque se puede utilizar para comprar bienes o servicios. Pero principalmente es un bien de intercambio porque se usa para generar beneficios en base a comprarla o venderla. Tienen fluctuaciones como si de la propia bolsa comercial se tratase.

Ahora bien, una vez explicadas todas estas bases paso a comentar el principal problema de los Non-Fungible Tokens. Y si por si acaso no te ha quedado realmente claro los conceptos básicos te dejo aquí el enlace a un breve video de Quantum Fracture acerca del tema.

Que los NFTs movieran más de 40.000 millones de dólares en 2021, en parte por la intrusión de famosos al mercado, ha creado una burbuja especulativa. En su origen las criptomonedas prometían acabar con la centralización y las desigualdades sociales. Pero nada más lejos de la realidad, hoy solo un 2.5% de las “transacciones” realizadas con estas son transferencias reales entre individuos. A su vez, el 10% de esas wallets, de las que hablábamos antes, son un 85% de las transacciones, es decir, es un sistema oligárquico. Como hablábamos, los NFTs trabajan con Ethereum tienen también ese problema de que las actividades económicamente significativas son mínimas, esto nos dice que la mayor parte es para especular.

Un problema añadido a la naturaleza de los NFTs son los royalties, que es algo similar a los esquemas piramidales conocidos. Cada vez que uno de estos productos se vende queda registrado, y se puede demostrar su valía y originalidad. Los royalties están intrínsecos en la venta de los NFTs, y es que cada vez que uno de estos tokens cambie de dueño, obligatoriamente un porcentaje del precio es enviado al autor original. En este sistema el perdedor es quien se une a la base y vende por un precio por debajo del que ha comprado, pero el autor original “siempre gana”, ya que recibe siempre un porcentaje por cada vez que su obra se revenda.

Dentro del mundo de esta burbuja especulativa se necesita cierta liquidez, dicho en otras palabras, inyecciones de dinero. En el primer trimestre de 2022, el valor mercado de los NFTs está cayendo y las “criptoballenas” (peces gordos de este mundillo) necesitan inyecciones de liquidez para cobrar. Esa es la principal razón por la que muchos medios o grandes personalidades (como Paris Hilton) estén promocionando de manera masiva los NFTs, para que la gente se una a este mercado. Por ejemplo, uno de los casos más sonados en nuestro país es el del YouTuber “Willyrex”, que tiene su propia gama de NFTs “Rude Golems”, y que los patrocina todos los días en su perfil de Twitter.

Finalmente podemos decir que estos tokens más que arte digital son una estafa piramidal. Ya que en vez de ser vistos como una interpretación humana de la realidad plasmada con recursos plásticos (segunda definición de la RAE de arte), son vistos como un negocio. Es por ello por lo que, aunque el arte sea subjetivo, los NFTs solo son una fea representación más del capitalismo aplicado a las NTIC.

Marketplace de los “Rude Golems” del YouTuber Willyrex.

Bibliografía:

https://www.xataka.com/criptomonedas/como-defienden-artistas-digitales-que-nfts-van-a-cambiar-arte-moda-contenidos

https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/05-24-2021-que-son-los-nftsla-revolucion-del-arte-o-una-moda-mas

https://www.youtube.com/watch?v=rr-ctBkVbrk

https://www.youtube.com/watch?v=fTCj6FVU4B0