2.5.- Industria de entretenimiento y medio de información

El otro día estaba en el salón de mi casa, con mi bol de palomitas, Netflix y David, mi hermano. No sabíamos que ver, que elegir, a él no le gusta el cine tanto como a mí, entonces en medio de una discusión puse los canales de televisión. Por casualidad se puso La 1, cadena que no consumo desde los tiempos de Águila Roja o Amar en tiempo revueltos. Dio la casualidad que estaban emitiendo una de mis películas favoritas, Géminis, protagonizada por Will Smith.

Mientras veíamos la película empecé a recordar el boom que fue que la 1 y la 2 quitasen los anuncios, mientras que Antena 3, Telecinco, o las demás cadenas privadas puedes prepararte hasta la comida del día siguiente entre anuncio y anuncio, ya que se pegan una eternidad, o eso me parece a mí. Fue entonces cuando decidí que el tema de mi próximo blog sería la evolución de los anuncios en televisión.

John Logie Baird (1888-1946), nació en Helensburg, Escocia. Estudió ingeniería eléctrica. En 1922, investigó la posibilidad de transmitir imágenes a distancia y en 1926 realizó en Soho, Londres, la primera demostración pública de su sistema de televisión.

En 1932 ya se habían vendido mas de 10.000 televisores y al cifra crecía exponencialmente.

Los anuncios también sufrieron una auténtica revolución: más anunciantes, más agencias de publicidad y la necesidad de adaptarse a un medio que era capaz de modificar los hábitos de los espectadores.

La empresa pionera en anunciarse en televisión fue una arca de joyería, Bulova. El 1 de julio de 1941 haría historia anunciándose en mitad de un partido de EEUU.

Este primer anuncio era simple, una imagen con voz en off. Nada que ver con las producciones de anuncios de unos años mas tarde y que aún nos sorprenden hoy en día.

Un director, un presupuesto abultado, una historia, actores, actrices, etc. Al principio tenía muy poco que ver con lo que hoy nos imaginamos que es un anuncio de televisión.

La evolución de la publicidad en la tele seguiría un poco a la de la radio y se plantearía en un primer momento como patrocinios de los programas, pero lo que de verdad triunfo fue el spot: más barato, los anunciantes no imponían sus criterios como patrocinadores del programa y además los pequeños mensajes daban más rentabilidad.

Las cadenas organizaban libremente sus emisiones hasta que llegó su regulación. Se firman acuerdos para hacer compatibles los derecho de todos los implicados: cadenas, anunciantes y espectadores.

El boom había empezado: la inversión en publicidad televisiva crecía ante la mirada melancólica de otros medios como la radio, revistas o el cine que veían bajar sus presupuestos.

Desde que se transmitió el primer spot en 1941, la narrativa y los recursos fueron cambiando hasta que en 1984 se emitió uno de los mejores anuncios televisivos de la historia a manos de Apple en el descanso de la Super Bowl.

Anuncio Apple 1984

Aparece por primera vez en la pequeña pantalla lo que hoy denominaríamos storytelling. Ya no se describe un producto, se empieza a narrar una historia con personajes y emociones. Ya se hablaba de cualidades, las marcas pasan a vender un estilo de vida en sí mismo.

En octubre de 1956 comienzan las retransmisiones oficiales de la televisión española: misa, discursos oficiales, actuación de la orquesta…

En menos de diez años el 40% de los hogares tenían televisor. A finales de los 60, por lo tanto, la TVE vivió una autentica edad dorada. La publicidad no estaba limitada, no había problemas financieros y la programación competía, mano a mano, en los festivales europeos. La publicidad de esa época era el referente de la sociedad, se decía como vestir, que consumir, etc.

Al principio los anuncios eran sobre alimentos o los primeros electrodomésticos. En los años 80 las campañas institucionales cobran fuerza e incluso consiguen el reconocimiento de las agencias de publicidad. La publicidad es cada vez más divulgativa e incluso empieza a generar y cambiar comportamientos.

Los creativos publicitarios españoles cotizan al alza, ganando premios a nivel internacional, con campañas que ha perdurado hasta hoy y que han marcado la infancia de muchos, mis padres siempre recuerdan el anuncio del cola cao con mucha nostalgia a su juventud.

Una década después, y hasta hoy, los anuncios cambian su estética: los mensajes son más conceptuales, apelan más a los sentimiento y reflejan diferentes estilos de vida.

Puede que parezca que los anuncios no hayan cambiado mucho, pero la realidad es que las redes sociales han tomado una importancia crucial a la hora de lanzar nuevo contenido.

Ya no se hacen spots para televisión, su destino principal muchas veces es YouTube o las redes sociales y cuando ven que funciona o tiene especial relevancia dan el salto televisivo.

 

Bibliografía:

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Televisi%C3%B3n#:~:text=La%20televisi%C3%B3n%20es%20un%20sistema,emplea%20un%20mecanismo%20de%20difusi%C3%B3n.

https://as.com/epik/2018/08/13/portada/1534152440_093106.html

https://www.eartes.com/evolucion-de-los-anuncios/

https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/02/05/fortunas/1549381573_593214.html