2.4. La televisión en España durante la transición y la democracia

De 1975 a 1982, España atravesó una etapa de cambio, debido al final de la dictadura de Franco y al comienzo de un proceso constitucional que buscaba la democracia. Durante estas dos décadas que comprenden este periodo, la televisión se había convertido en el medio de comunicación de masas por excelencia. Entre 1978 y 1982 la audiencia televisiva pasó de 17,5 a 20,9 millones de espectadores. El 90% de la población veía la televisión a diario, y las pocas personas que no disponían de un receptor en casa, la veían con los vecinos o seguían la programación en los teleclubs. La transición trajo consigo la aprobación de la Ley para la Reforma Política que restauró la libertad de expresión en España. Gracias a esto, TVE, la única cadena televisiva española del momento, la cual estaba directamente controlada por el Gobierno, se forjó el objetivo de formar a la nueva ciudadanía democrática. Adolfo Suárez, el Presidente del Gobierno, tenía muy clara la capacidad del medio para influir en la opinión pública y trazó un plan para reeducar a la juventud española. De esta manera comenzó la misión de crear contenidos y formatos para educar a niños y jóvenes en los valores democráticos.

Los programas de la Transición, se caracterizan por ser completamente liberales, sin adornos ni filtros, algo que hoy en día se considera impensable debido a las fuertes críticas que recibirían e incluso represalias por parte del poder.

Uno de los más recordados por la audiencia del momento es “La clave”. Era un programa presentado por José Luis Balbín donde se hacían diversos debates las noches de los viernes en el UHF. En él, podíamos ver un reflejo del cambio social del momento puesto que se trataban temas de actualidad que antes habían sido tabú y/o polémicos, como la Legalización del Partido Comunista, el aborto, la crisis del empleo, etc. Todo ello, se ilustraba, una vez terminado el debate, con una película que tratase el tema.

En 1972, la televisión española fue testigo de una pequeña revolución en su manera de hacer las cosas, y fue por la aparición de “Un, dos, tres”. Este espacio fue uno de los mayores éxitos televisivos durante los 32 años que estuvo en pantalla. Se trataba de un programa multidisciplinar donde se trataban temas culturales, se realizaban actividades físicas y hasta pruebas de habilidades sociales y mentales. El presentador, Chicho Ibáñez Serrador, consiguió aunar en un sólo programa de entretenimiento los concursos que se habían emitido hasta entonces, todo ello contando con la participación de numerosos actores, humoristas y artistas que hacían que el programa fuese sumamente atractivo.

Las noches de los domingos estaban marcadas por la aparición del conocidísimo Curro Jiménez, el cual encarnaba a un bandolero de grandes patillas. Esta serie narraba las aventuras del criminal más “legal” y famoso de la historia de España durante la guerra de la Independencia.

En 1977 Televisión Española abrió sus fronteras para acoger la producción internacional “Los hombres de Harrelson”, la cual se convirtió en la serie de moda del momento.

Con la entrada a la nueva década de los 80, vino una gran transformación cultural, social, política y económica que se vio reflejada en la televisión. Importantes acontecimientos como el golpe de estado de 1981 y la llegada al poder de los socialistas, marcaron a la sociedad española, y trajeron consigo cambios esenciales en cuanto al entorno familiar (surge la pluralidad en los modelos familiares), a la mentalidad (la mujer busca la igualdad, la sociedad empieza a secularizarse), a los aspectos socioculturales y al estilo de vida. España se ve inmersa de repente en una ola consumista, que hizo a los espectadores más exigentes y curiosos. Este fue uno de los primeros pasos de la sociedad española hacia la modernización, que se vio manifestado en la aparición de diversos movimientos como la “Movida”, que comenzó en Madrid y se fue extendiendo hacia las demás provincias. Este movimiento se definió como un movimiento contracultural innovador, liberalizador y moderno que rompía con el tradicionalismo de la sociedad franquista. En 1980, salió a la luz, por primera vez en la historia de la televisión, una reglamentación con rango de ley, el Estatuto de la Radio y la Televisión. Su objetivo era establecer un marco jurídico que regulase el sistema televisivo y supuso la base para la creación de los canales autonómicos. Por otro lado, también instauró los principios generales de los medios de comunicación del Estado. Toda esta década está marcada por un gran aumento de audiencias y el crecimiento de las horas de emisión.

Los directivos de Televisión Española decidieron apostar por programas de entretenimiento que siguieran inculcando los valores democráticos. El ejemplo más representativo de ellos fue “Verano azul”, una serie juvenil que por primera vez representaba la realidad del país, contada a través de la generación más joven. Los adolescentes se sentían identificados con los personajes ya que las temáticas que trataba la serie reflejaban su preocupación por el conflicto generacional, las relaciones amorosas, la violencia o la muerte entre otras.

A pesar de que durante la Transición se manifestara una gran liberación sexual, en la televisión llamó la atención la ausencia de esta, ya que aún continuaba siendo un tema bastante tabú.

La época de la Transición es conocida por sus numerosos avances en cuanto a libertades. En la televisión, estos años fueron clave para consolidarla como el medio audiovisual más importante e influyente. Así como en la dictadura franquista fue utilizada para adoctrinar a la población y mostrar los valores conservadores y católicos que defendía la política de Franco, en la Transición, se usó para la difusión de los principios democráticos y para ayudar a los españoles a adaptarse a los nuevos cambios sociales, económicos y políticos. Fue de suma importancia la apertura de barreras en cuanto al tratamiento de temas anteriormente tabúes, ya que hizo avanzar enormemente a la sociedad, acercándose cada vez más a la libertad que se conocía en otros países europeos. Los programas de esta época marcaron un antes y un después en España, ya que ofrecían contenidos innovadores y atractivos que consiguieron quedarse en la memoria y en los corazones de los espectadores. Muchos de ellos se han convertido en “clásicos” y son perfectamente reconocidos por cualquier adulto de más de 40 años. Por todo ello, la televisión adquirió un papel sumamente importante en el cambio que se vivió durante esos años y ayudó enormemente a la adaptación de la sociedad a la nueva era marcada por la democracia. El entretenimiento que ofrecía, además de la información de actualidad fue la mejor manera que tuvo el Gobierno de enseñar a sus ciudadanos cuál estaba siendo el principal cambio y cómo debían reaccionar ante él.

Bilbliografía:

http://recursos.cnice.mec.es/media/television/bloque2/pag6.html

file:///C:/Users/maria/Downloads/46471-Texto%20del%20art%C3%ADculo-75267-1-10-20140808.pdf

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-48232016000200144

https://lab.elmundo.es/evolucion-tv/

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-04-03/el-mensaje-oculto-de-verano-azul-y-otros-programas-clave-de-la-transicion_1177353/