Entrada 1.4. “La historia de los medios audiovisuales desde un enfoque cultural y de género”.

El 14 de marzo de 2022, 19º día de guerra, la editora del canal de televisión ruso Channel One, Marina Ovsyannikova, interrumpió en la retransmisión en directo del informativo con una pancarta que mezclaba los idiomas ruso e inglés. El cartel rezaba: “Paren la guerra. No os creáis la propaganda, os están mintiendo. Rusos contra la guerra”.

A su vez, la periodista gritó consignas como “alto a la guerra”, “no a la guerra”, mientras la presentadora del programa alzaba el tono de voz y los realizadores daban paso a un vídeo ya editado sobre un hospital. La emisión era del programa Vremia (Tiempo), que lleva emitiéndose en antena desde el año 1968 en Pervyi Kanal, el Canal 1, la primera televisión del país. Esta cadena es una de la más vista por los rusos, siendo millones los que vieron en directo este suceso.

Poco antes de la emisión en directo, la editora publicó un vídeo en sus redes sociales donde explicaba con detenimiento los motivos de su protesta, recalcada en el collar que portaba en el vídeo: mitad con los colores ucranianos y mitad con los colores rusos. Nada más comenzar, hace alusión al collar y explica que su padre es ucraniano y su madre rusa, y nunca han sido enemigos. En el breve vídeo reconoce sentirse avergonzada por permitir la “zombificación” de la población rusa, a la cual se ha mentido desde la pantalla de televisión. Desde los medios de comunicación, controlados por el gobierno, se insiste en que la invasión en Ucrania no es más que una “operación militar especial”, sin informar ni mostrando a los ciudadanos la realidad de lo que está sucediendo.

Marina lamenta en su vídeo haber colaborado durante gran parte de su trayectoria profesional en un medio tan corrupto. Expone cómo todo el mundo le ha dado la espalda a Rusia, mostrando la vergüenza que sufre el ciudadano ruso y las generaciones que tendrán que pasar para limpiar su imagen.

Tras su irrupción en el plató, Marina Ovsyannikova fue trasladada a dependencias policiales, donde obtuvo asistencia legal de dos abogados del portal periodístico OVD-Info. Reapareció dos días después en el tribunal de Moscú con su abogado. La periodista fue sancionada con una multa de 30.000 rublos (unos 250 euros) por llamamiento a realizar protestas no autorizadas (artículo 20.2 del Código de Infracciones Administrativas ruso). Sin embargo, no significa que haya evitado la cárcel, esto es sólo el comienzo de su comparecencia ante la justicia, puesto que fue juzgada por el vídeo que publicó en redes sociales. Está a la espera de ser juzgada por su acto de rebelión en el plató de televisión, que augura una pena mucho mayor.

La editora llegó a confesar que estuvo en un interrogatorio policial de 14 horas, por lo que mostraba grandes signos de cansancio. Aun así, quiso agradecer a todos los que le apoyaron, puesto que ha sido el momento más difícil de su vida. En las redes sociales como Instagram, Facebook o Telegram, miles de personas alabaron su determinación y la felicitaron por hacerle ver a su pueblo la realidad. Esto no quita, que el representante del Kremlin haya calificado de “vandalismo” la acción de Ovsyannikova: “En lo que respecta a esta mujer, esto es vandalismo”.

Se debe tener en consideración que los actos y la responsabilidad de estos recae únicamente en los líderes políticos rusos que promueven la invasión, personificados en la figura de Vladimir Putin. Hay rusos que se oponen completamente a esta guerra, como también criticó el primer premio Nobel de la Paz ruso, Dmitry Muratov, que denuncia la situación de su país: “Por desgracia, muchos periodistas se han visto obligados a abandonar Rusia. Temen ser juzgados y encarcelados”. Esto resalta todavía más la valentía y heroicidad de Marina tratando de quitar la venda de los ojos al pueblo ruso. Muratov también habla de una “estalinización” del país, donde los servicios y la policía secreta tienen un papel fundamental, suprimiendo todo lo que pueda asemejarse a la democracia. Asegura que la propaganda ha convencido a la mayoría del pueblo ruso de que la democracia es perjudicial, por lo que han empezado a cogerle el gusto a una dictadura gobernada.

La ONU ha confirmado que un total de 12.700 personas han sido detenidas en Rusia en las últimas dos semanas durante las protestas contra la guerra. Estos manifestantes se exponen a un pena de cárcel de tres años, y hasta 15 si se considera que pone en riesgo sus operaciones militares. Esto se debe al nuevo artículo del Código Penal ruso (20.3) por “difusión pública a sabiendas de información falsa sobre el uso de las fuerzas armadas rusas”.

Marina Ovsyannikova ha sido la primera persona en protestar y rebelarse contra los ataques a su país vecino delante de una cámara de televisión, a sabiendo de las consecuencias que acarrearían. Muchos otros miembros de su cadena han decidido rebelarse a su manera, y se cuentan por decenas los editores, productores y empleados de las cadenas que han dimitido de sus trabajos, una queja silenciosa pero firme.

 

Bibliografía

https://elpais.com/internacional/2022-03-15/el-no-a-la-guerra-de-una-periodista-rusa-en-un-informativo-se-hace-viral-en-rusia.html

https://www.eldiario.es/internacional/ultima-hora-invasion-rusa-ucrania-directo_6_8827787_1086660.html

https://www.lavanguardia.com/television/20220315/8125191/quien-es-marina-ovsyannikova-periodista-no-guerra-informativo-ruso.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Marina_Ovsianikova

https://www.youtube.com/watch?v=D_MG0os17XM

https://www.bbc.com/mundo/media-60751410